HYDE {expediente}

HYDE

► Nombre completo: Allá donde visite se creará un nombre de acuerdo al lugar. ¿Su favorito? Takarai Hideto. Nunca ha revelado su nombre verdadero a nadie.
► Sobrenombres: Hyde
► Edad: Demasiados para contarlos.
► Nacionalidad: Islandés
► Orientación sexual: Bisexual
► Raza: Hræsvelgr
► Ocupación: Manager
► Familiares: No posee ningún familiar.

Descripción psicológica

Cuesta ver más allá de la mirada crítica, analítica y casi arrogante para saber quién es Hyde. La mayoría prefiere dejarse llevar por la terrible mirada para decidir que es arrogante, egoísta y descorazonado. Puede que éstos no se alejaran de la realidad, pero lo cierto es que no es esforzaron en ver más allá de lo que su simple imagen proyecta.

El primer adjetivo que debería utilizarse es “desconfiado”, aunque él preferiría que usaran “precavido”. Nunca se deja llevar por las primeras impresiones y no se fía de nadie con facilidad. Es del tipo de persona la cual no confía en otros hasta que un acto demuestre lo contrario. El origen de dicha conducta es incierto, al igual que su afán de analizar a lujo de detalles el comportamiento de los recién conocidos. A base de ello él escoge si le quiere cerca o no, convirtiéndose en un ser más bien selectivo y sumamente cuidadoso sobre a quién le puede entregar su confianza y con quiénes se abre. Se le conoce por ser responsable, perfeccionista y exigente con todo lo que haga. Cuando habla no soporta los rodeos, gustándole la sinceridad y que todo sea dicho de manera directa. A su parecer nunca habrá  nada más desesperante que los rodeos y las excusas baratas que no servirán para algo ni aportarán a la conversación. De allí a que se le crea un poco maleducado cuando nada va directo al punto que se quiere tratar. No teme a interrumpir y hacer preguntas bastante directas, por lo que cabría destacar que la timidez no es uno de sus rasgos más notables.

Es algo individualista y ambicioso. Como persona independiente, Hyde detesta la idea de tener que depender de los demás para poder hacer las cosas y lo peor que podría sucederle es saberse vulnerable delante de una persona con la que podría compartir algún lazo. No importa si necesita ayuda, el ser orgulloso le impide pedirla y se obliga a sí mismo a salir del aprieto sin ayuda. Es desapegado y no parece interesarle demasiado conocer a otras personas, tampoco lo que le pase a los demás. Sin embargo, no es aburrido ni malhumorado. Su forma de contar bromas o jugar con los dobles sentidos lo convierte en una persona agradable con la que se puede charlar, inclusive reír un rato. Si le caes bien será agradable, incluso amable. Entre amigos puede divertirse, casi juvenil sin caer en lo inmaduro. Da la falsa impresión de ser extrovertido, pero es extremadamente reservado en cuanto sus asuntos. Su pasado es un secreto que a nadie le interesa, y corta de raíz las preguntas que pueden revelar parte de la verdad que él oculta con mentiras.

Casi igual que su lugar de procedencia donde bajo todo ese hielo existe el fuego, bajo esa capa de terquedad y reservación existe también la coquetería, la picardía y la seducción. ¿Quién dijo que no sabe nada de ello? Más bien, no teme en utilizar tales rasgos cuando le conviene o desea un poco de diversión. Sabe cómo actuar, qué palabras decir y hasta le divierte ver los efectos que esto podría tener en otros. Sus gustos pueden ser variados, no les ve lo malo ni a los hombres ni a las mujeres, con lo que él suele decir que se conforma con todo. Es bastante abierto de mente en cuanto a este asunto se trata y prefiere no crear ningún lazo en caso de que algo más que un juego pueda crearse. El terreno amoroso está prohibido para él, y abrirse de nuevo por ese camino es algo que se pensaría dos veces.

En el otro lado desagradable de la moneda está el Hyde enojado, ese que no escucha lo que se le tiene que decir, es explosivo, gruñón e impaciente. Un enano insoportable, sin dudas, capaz de decir palabras hirientes que no piensa hasta pasada la rabieta. Lo peor que se puede obtener de él es el rencor, uno difícil de dejar pasar y olvidar. La traición es algo que no soporta. Le cuesta perdonar.

► Gustos:
-De las tantas actividades humanas que podrían gustarle, están el poder jugar videojuegos, leer poemas, correr patines y ver películas.
-El invierno es su estación favorita y la aprovecha para hacer deportes tales como el snowboard.
-Le agrada salir con sus conocidos o amigos a pasarla bien. Hay que disfrutar lo más que se pueda antes que los humanos echen todo a perder, ¿no?
-Su comida humana favorita: ramen, soba y sandía. También le agrada mucho el vino.
-Un gusto algo "exótico" es el sentirse atraído a los temas referentes a lo satánico, cristiano o místico, lo que a algunos le causaría cierto temor a él le parece interesante.

► Disgustos:
-El verano es la estación más detestable a su parecer, y desconoce cómo se las arregla para sobrevivir a las temperaturas de dicha época.
-Hákarl. ¿Qué es? El peor plato que los humanos inventaron y que nunca querrás probar. Hyde lo  detesta con el mismo fervor que el curry.
-Odia ir a los zoológicos. No le ve lo divertido a un sitio apestoso donde los animales están enjaulados.
-Las personas demasiado alegres, rosas y que parecen ser un remolino de infinita ternura.
-Le desagrada que tomen confianza demasiado rápido y que los desconocidos invadan su espacio personal.

► Manías:
-Se relame los labios de una manera bastante peculiar, muchas veces distraído y sin enterarse de que lo ha hecho.
-Mover la cabeza a un lado cuando quiere despejar su rostro.

► Fobias y Debilidades:
-El fuego, además de una debilidad es una fobia. En cuanto se encuentra delante de grandes flamas los nervios lo invaden, se siente mareado, le cuesta respirar y desea huir. Ha intentado enfrentarlo, pero le es casi imposible.
-Teme encontrar a otra persona que le haga sentir afecto, ya que su más grande temor es que ésta muera y él no pueda hacer nada para evitarlo.
-Será tonto, pero le dan temor los pulpos.  

HISTORIA

Islandia, tierra donde el hielo y el fuego se encuentran casi a diario. El frío predomina en la mayoría del país nórdico, y fue hace muchos años, en lo que con el tiempo sería conocido como Hvannadalshnúkur, el pico más alto de Islandia, donde él obtuvo su primer aliento de vida. Los recuerdos de cómo sucedió son difusos, pero la primera sensación imposible de olvidar. Recuerda la noche como despejada, fría y ventosa. Desde lo alto del pico sólo predominaba la oscuridad y la confusión no fue parte de sus pensamientos. Saber qué propósito tendría allí no era el problema, tampoco cómo sobrevivir. Él nació sabiendo quién era, qué haría y cómo se desenvolvería, mas no duró mucho en la cima del pico. Alimentarse de los primeros cuerpos no bastó, lo que fue motivo suficiente para emprender vuelo en busca de un lugar dónde más alimento estuviera a la orden del día, dando así con una montaña colindante a la diminuta aldea de Raufarhöfn. En ese tiempo los hombres trabajaban como pescadores, pero muchos se arriesgaban a ir a las zonas altas para dedicarse a la cacería. Hyde era tan sólo un niño pequeño, mostrándose por primera vez a sus presas como un infante que carecía de protección contra el clima helado, de pelo casi tan blanco que se confundía con la nieve y ojos oscuros que creaban contraste con lo pálido de su piel sonrojada a causa del frío. La técnica que desarrolló el astuto pequeño consistía en pedirles ayuda, procediendo a engañarlos para finalmente alimentarse de los fuertes hombres que desconocían como combatir el terrible frío de las alturas.

Esto le ayudó a sobrevivir hasta poder ser lo suficiente fuerte, creando historias en la aldea de Raufarhöfn que utilizaban a la hora de hacer a los pequeños dormir a pesar de que los adultos reconocían, con pesadez, la veracidad de tales historias. Con el tiempo creció, y no dudó en poder moverse a distintas zonas de Islandia. Muchos sucesos le marcaron, pero ninguno lo suficiente como aquel en la isla de Grímsey, mucho más al norte y un tanto más diminuta que la aldea Raufarhöfn. El pueblo pesquero destacaba por su unión y recibir con brazos abiertos a los que llegaban allí. La isla era pequeña, por lo cual los habitantes solían conocerse entre sí. Hyde llegó como un forastero y fue bienvenido por la familia más numerosa del lugar. Le sorprendió la amabilidad de estos, y la manera en la que le ofrecieron un refugio para, según ellos, no pasara frío. ¿Qué tan inocente podrían ser los humanos? Más bien, ¿hasta qué punto le podrían sorprender los mortales? Eydís fue su respuesta.

Ver a una mujer con sus rasgos era extraño. Lo usual en la isla era apreciar jóvenes de cabellera rubia, ojos claros y tez blanca. Eydís en cambio, contaba con ojos oscuros y cabello negro ébano que era tan brillante como sedoso. Muchas veces se preguntó si su nombre era pura coincidencia: Ey, de isla y dís, proveniente de la palabra diosa. Eydís a sus ojos podría lucir como tal, en especial las ocasiones en la que la menor de la familia vestía bien, arreglaba su cabello y dejaba una mejor apreciación de los ojos grandes oscuros, y de lo más que le llegó a gustar: sus labios rojos. Comenzó como una simple charla que con el pasar de los meses se convirtió en algo más serio. Él se sentía atraído no sólo por su singular apariencia, sino también por su única manera de ser. Era divertida entre amigos, y recatada con los desconocidos. También era valiente, amaba las historias y no le sorprendió a Hyde enterarse de que supiera sobre lo que sucedió años atrás en Raufarhöfn. Durante el tiempo que le conoció mantuvo su forma humana mucho más de lo que debería, exponiéndose y arriesgándose a perder su don más preciado. Se obligaba a desaparecer durante un tiempo para regresar junto a ella. Nunca conoció un sentimiento como aquel, que en lugar de traer frialdad, le mostraba cierto calor que no conoció con anterior. Eydís se convirtió en su esposa mucho tiempo después y él l nunca le reveló su más preciado secreto, excusándose de meticulosas maneras cada vez que no aparecía por cierto tiempo por Grímsey.

Durante años vivió feliz con Eydís en la costa de la isla, los dos disfrutando del mar y la calma que el amable pueblo ofrecía, sin embargo, el amor le dopó e hizo olvidar de un importante detalle: Eydís no viviría para siempre. Las reglas dicen, un humano jamás será un hræsvelgr ni aunque ruegue de rodillas y se humille frente al mundo entero. Él guardó bien su secreto, ella creía en sus mentiras y nada sucedía. Hyde nunca esperó que en su último viaje a la montaña más alta, Eydís enfermaría de gravedad. Volar tomaba un par de horas, pero alimentarse es todo un arte que puede tomar mucho más tiempo si se tenía en cuenta lo débil de su cuerpo. Para cuando regresó a Grímsey, fue recibido con la terrible noticia: Eydís falleció la noche anterior y fueron sus hermanos quienes cuidaron de ella, la cual en ningún momento dejó de preguntar si Hyde finalmente había regresado. Entonces, comprendió la fragilidad de la vida humana. Tal vez demasiado afectado por su pérdida, quizás muy terco para aceptarla, marchó lejos del pueblo para nunca volver a pisar la isla. Se refugió en las alturas de Herðubreið, desapareciendo por demasiado tiempo hasta crearse la fama de ermitaño. Aprovechaba la vida de las víctimas que trepaban la montaña, y desconocía la cantidad de tiempo que transcurrió cuando decidió poner fin a una época de desolación. ¿La verdad? Nunca se perdonó el haber estado lejos de ella cuando aquello sucedió.

Desde aquel entonces, salió fuera de Islandia. Vivió durante distintas épocas en países como Noruega, Finlandia e incluso Rusia o Japón, país con el que se vio fascinado y en él se quedó viviendo, antes de que con el tiempo la humanidad se llevara a sí misma al borde de la extinción. Vivió distintas experiencias, aprendió constantes lecciones y se fortaleció como persona hasta ser quien es en la época actual. La extinción de los humanos sería un espectáculo divertido de observar de no ser porque él también se veía afectado. Regresó a su natal Islandia tras años viviendo en Japón, mas como sucedió con el resto de la población, Neo-Rusia se convirtió en su hogar tiempo después. Allí creó una "vida" en el país eslavo con la perfecta fachada de ser el manager de un grupo en crecimiento. La conducta humana sigue intrigándole, y suprimió de tal forma su pasado que creó toda una nueva historia que contarle a los demás. En ella no existe Grímsey y mucho menos Eydís. Cientos de historias y suposiciones pueden crearse alrededor de él, pero nunca revelará la verdadera historia a alguien.

Otros Datos

► Datos extra:
-Habla los idiomas correspondientes a los países nórdicos, además de uno que otro que aprendió con el tiempo. También sabe japonés.
-Colecciona figuras de cristal azul.
-Su mascota es un noruego del bosque llamado Constantine. El gato tiene un ojo azul y otro gris.
-En su forma humana es daltónico, esto significa que le cuesta distinguir algunas tonalidades de rojo.
-En su espalda tiene un tatuaje en forma de alas de ángel; en sus bíceps unas enredaderas de espinas y tanto su ombligo como sus pezones están perforados.
-No sabe nadar.

Creado por Frozen •