BIENVENIDO
EMPLAZAMIENTO Y SITUACIÓN
Rusia, Moscú~ Año 2014. Desde la antigüedad los humanos han convivido con seres sobrenaturales, sin saber de la existencia de estos. Dichos seres han sido llamados desde antaño como "Otros" (Иные). Entre estos mismos existen enormes diferencias, que parecen acentuarse aún más con el paso de los siglos, separándose en variadas razas que poco a poco algunos hombres iluminados pudieron comenzar a identificar, dejando testimonio de esto en antiguos manuscritos. Los llamados otros mantuvieron durante centurias una tregua, con la cual prometían jamás mostrarse ante un humano en su forma real, y aunque siempre hubieron ocasiones en que un otro rompía la tregua por motivos de fuerza mayor~ Hoy en día muchos han decidido romper la tregua en beneficio propio, poniendo en peligro a toda su raza y abriendo los ojos de la humanidad. Este es el juego de las apariencias y muchas veces engañan ¿Serás capaz de confiar?.
ADMINISTRACIÓN
SOBRE LA ADMINISTRACIÓN
La administración sólo responderá mensajes referentes al funcionamiento del foro y posibles fallos técnicos de este, como la imposibilidad de acceder a una cuenta o peticiones para dar de baja una. Las dudas referentes a cada raza deben ser tratadas directamente con el moderador de cada una de ellas o ser expuestas en la zona de dudas y sugerencias, en donde serán resueltas lo más pronto posible. Del mismo modo las denuncias deben ser antes expuestas al moderador correspondiente, para que este nos la haga llegar previo desglose y análisis si esta lo amerita.
ÚLTIMOS TEMAS
Últimos temas
Conectarse
GRUPOS
CAMBIA FORMAS DE ORIENTE
CAMBIA FORMAS DE OCCIDENTE
PREDADORES
HUESTES CELESTIALES
EL PACTO
CAMBIA FORMAS MEDIEVALES
CAMBIA FORMAS DEL ÁFRICA
[Abierto] Reclutando moralidad alternativa
Página 1 de 1. • Comparte
[Abierto] Reclutando moralidad alternativa
Iren finalmente se había liberado por completo, ya no le temía a nada ni a nadie, después de haberse estado escondiendo por mucho tiempo debajo de esa ridícula peluca ahora podía sacar su identidad a relucir y eso se debía a que ahora no solo tenía la protección de aquella nueva mafia de tráfico de drogas si no porque poco a poco fue alcanzando puestos importantes hasta convertirse en el líder después de que el verdadero jefe hubiese caído en manos de la justicia. Aún así se consideraba un líder temporal puesto que tenía planes de liberar a aquel hombre que tanto le había acogido.
Estaba de un humor extraño últimamente, lo que había pasado con su ahora ex novia lo ponía de malas, y es que en sí, él no la consideraba una ex, para él seguía siendo su chica y quien se atreviera a ponerle una mano encima lo pagaría muy caro. Conocía muy bien la naturaleza de la chica y a pesar de que no fuera como las otras chicas la amaba con locura a pesar de todo lo que hacía y en lo que se había convertido.
Había mandado varias invitaciones a personas muy especificas, esa noche daría una fiesta en su nuevo departamento ubicado en una zona de alto prestigio. Primero porque quería relajarse por los pleitos con su hermosa Malia y segunda porque quería reclutar a nueva gente, aliados con quienes hacer negocios y acogerlos para formar una comunidad más fuerte.
Había invitado a todos los de la mafia, amigos de varios de ellos y sobretodo amigas guapas que muchos conocían pues Iren no solía entablar amistades, casi con nadie, solo relaciones para el negocio.
La noche llegó y su departamento estaba lleno, había alcohol, drogas y algunos jóvenes teniendo sexo en los sillones y en el piso. Iren aún estaba consiente pues esperaba a varias personas que podrían ayudarle en su "organización" sin embargo, hubo un momento en donde se desapareció para irse a su cuarto a disfrutar un poco de dos muchachas sumamente atractivas, cuando terminó con ellas salió un tanto desaliñado para ver si habían llegado los invitados importantes que más le interesaban-
Estaba de un humor extraño últimamente, lo que había pasado con su ahora ex novia lo ponía de malas, y es que en sí, él no la consideraba una ex, para él seguía siendo su chica y quien se atreviera a ponerle una mano encima lo pagaría muy caro. Conocía muy bien la naturaleza de la chica y a pesar de que no fuera como las otras chicas la amaba con locura a pesar de todo lo que hacía y en lo que se había convertido.
Había mandado varias invitaciones a personas muy especificas, esa noche daría una fiesta en su nuevo departamento ubicado en una zona de alto prestigio. Primero porque quería relajarse por los pleitos con su hermosa Malia y segunda porque quería reclutar a nueva gente, aliados con quienes hacer negocios y acogerlos para formar una comunidad más fuerte.
Había invitado a todos los de la mafia, amigos de varios de ellos y sobretodo amigas guapas que muchos conocían pues Iren no solía entablar amistades, casi con nadie, solo relaciones para el negocio.
La noche llegó y su departamento estaba lleno, había alcohol, drogas y algunos jóvenes teniendo sexo en los sillones y en el piso. Iren aún estaba consiente pues esperaba a varias personas que podrían ayudarle en su "organización" sin embargo, hubo un momento en donde se desapareció para irse a su cuarto a disfrutar un poco de dos muchachas sumamente atractivas, cuando terminó con ellas salió un tanto desaliñado para ver si habían llegado los invitados importantes que más le interesaban-
- Sala del departamento:
- Comedor:
- Baños:
- Cuarto de Iren:
- Orden de Posteo:
Kim Iren
Leah Prince
Andras
Dimitri
Harry Osborn
Mikael
Malia
Hyunah
Alshan
Última edición por Kim Iren el Sáb Mar 07, 2015 3:07 am, editado 2 veces
Invitado
IIIIIIIVV
Invitado
Re: [Abierto] Reclutando moralidad alternativa
Colgó el móvil con una sonrisa ladeada, desde hacía un tiempo Dimitri había hecho su mayor movimiento para tratar de eliminarla y de alguna forma vengarse de su familia por un trabajo que su padre había hecho, realmente no entendía aquello pues el verdadero culpable de que su hijo muriera, sin embargo ahora, luego de casi morir, se había convertido aquello en un tema personal por lo que a paso subió a su auto y condujo hasta el lugar donde su informante le dijo que estaría.
No era secreto alguno que esa noche habría una fiesta del bajo mundo de Moscú, al parecer un novato quería empezar a jugar con los grandes, sabía que algunas importantes cabecillas estarían allí y Dimitri era uno de los participantes.Estacionó frente al aartamento y se aseguró de que todas sus armas estuvieran en los lugares indicados pues si todo salía bien, el Bratva le habría pagado el precio de meterse con ella.
Bajó se su auto dejando que el vestido callera libremente y poco le importó el frío pues dentro de poco estaría en un lugar caliente y por lo que se podía divisar realmente estaba caliente, por lo que entró a aquel deparamento, entró directamente sin esperar que fuera el host a antenderl y frunció el ceño con lo que es encontró para ella el sexo en si no era problema el sexo pero si el hecho de que lo hicieran como animales en cualquier lado, sin embargo recordó que eran novatos a cambio los jefe de las Mafia no probaban la droga, los volvía idiota.
Buscó una copa para no parecer tan sospechosa aunque algunos ya la conocieran, varios allí habían usado sus servicios en más de una oportunidad por lo que tampoco fue raro que uno o dos se le acercará oara hablar de negocios con la Mercenaria.
No era secreto alguno que esa noche habría una fiesta del bajo mundo de Moscú, al parecer un novato quería empezar a jugar con los grandes, sabía que algunas importantes cabecillas estarían allí y Dimitri era uno de los participantes.Estacionó frente al aartamento y se aseguró de que todas sus armas estuvieran en los lugares indicados pues si todo salía bien, el Bratva le habría pagado el precio de meterse con ella.
Bajó se su auto dejando que el vestido callera libremente y poco le importó el frío pues dentro de poco estaría en un lugar caliente y por lo que se podía divisar realmente estaba caliente, por lo que entró a aquel deparamento, entró directamente sin esperar que fuera el host a antenderl y frunció el ceño con lo que es encontró para ella el sexo en si no era problema el sexo pero si el hecho de que lo hicieran como animales en cualquier lado, sin embargo recordó que eran novatos a cambio los jefe de las Mafia no probaban la droga, los volvía idiota.
Buscó una copa para no parecer tan sospechosa aunque algunos ya la conocieran, varios allí habían usado sus servicios en más de una oportunidad por lo que tampoco fue raro que uno o dos se le acercará oara hablar de negocios con la Mercenaria.
- Ropa:
Invitado
IIIIIIIVV
Invitado
Re: [Abierto] Reclutando moralidad alternativa
Las gotas de sudor caían por su piel canela, su respiración era pesada y agitada gracias al ejercicio que había estado realizando, pasó su mano vendada por su boca de forma brusca en un intento de quitar el sabor salado de sus labios que le pedían con ansias un poco de agua. Uno de sus subordinados se acercó a ella con algo de miedo en sus movimientos, la observó con una mezcla de sentimientos humanos que no intentó decifrar y le ofreció agua como si tuviese miedo de que el gesto hiciera enojar a Jeon, pero sólo la recibió sin mirarlo. Al tomar la botella entre sus manos notó que había un sobre en la otra mano del hombre, sin esperar bebió de la botella y dejó caer un poco de su contenido en su cabeza, mojando el resto del cuerpo en el proceso.
-¿Y eso? -Preguntó impaciente- ¿A qué hora llegó? -Dirigió su mirada hacia el hombre que estaba parado junto a ella, la respuesta era muy importante y más le valía decirlo rápido, no le agradaba que estuviesen escondiendo cosas o no entregando papeles importantes a la hora adecuada.
-Llegó en la mañana... -soltó casi como un susurro lleno de miedo, de inmediato subió la voz para completar la respuesta antes de que el demonio tomara una decisión- Pero como usted dijo que no la molestáramos mientras entrenaba pensé que saldría a la hora de almuerzo, sin embargo ha estado todo el día encerrada. Aniki... ¿está bien?
Jeon le prestó más atención al sobre que a la explicación de su subordinado, de inmediato se lo arrebató de las manos con violencia y rompió el papel para dar paso a la lectura de lo que realmente importaba, al principio pensó que era algo del progenitor de aquel cuerpo, pero sólo era una invitación de un amigo a la fiesta de alguien que no conocía, parecía ser nuevo en el negocio y era una buena oportunidad de conocer nuevos aliados o tantear terreno, observó la hora en un reloj que colgaba de la pared y sonrió. Aun estaba a tiempo de arreglarse para llegar a la supuesta fiesta.- Dile al chofer que me espere afuera, iré a una fiesta sola. No quiero guardaespaldas ni ningún idiota cerca de mí.
Unas horas más tarde se encontraba fuera de un enorme edificio esperando a su amigo, quien la había invitado a la fiesta, mientras observaba la altura de aquel edificio sacó una cajetilla de cigarrillos y la acercó a su boca, con pequeños movimientos logró que uno sobresaliera del resto para sacarlo con sus labios, quizás debía agregarle uno o dos pisos a su edificio para que no fuera alcanzado. Mientras buscaba un encendedor entre sus bolsillos una llama se le acercó lo suficiente como para encender el tabaco, era el conocido hijo del dueño de un holding muy antiguo en la ciudad.
-Espero que estés lista para subir y ver mucha carne nueva.
No necesitó responder a las palabras de su acompañante, sólo entró al edificio y con el ceño fruncido se dirigió a la fiesta junto a otros invitados, hasta el momento no había visto a nadie que no conociera.
-¿Y eso? -Preguntó impaciente- ¿A qué hora llegó? -Dirigió su mirada hacia el hombre que estaba parado junto a ella, la respuesta era muy importante y más le valía decirlo rápido, no le agradaba que estuviesen escondiendo cosas o no entregando papeles importantes a la hora adecuada.
-Llegó en la mañana... -soltó casi como un susurro lleno de miedo, de inmediato subió la voz para completar la respuesta antes de que el demonio tomara una decisión- Pero como usted dijo que no la molestáramos mientras entrenaba pensé que saldría a la hora de almuerzo, sin embargo ha estado todo el día encerrada. Aniki... ¿está bien?
Jeon le prestó más atención al sobre que a la explicación de su subordinado, de inmediato se lo arrebató de las manos con violencia y rompió el papel para dar paso a la lectura de lo que realmente importaba, al principio pensó que era algo del progenitor de aquel cuerpo, pero sólo era una invitación de un amigo a la fiesta de alguien que no conocía, parecía ser nuevo en el negocio y era una buena oportunidad de conocer nuevos aliados o tantear terreno, observó la hora en un reloj que colgaba de la pared y sonrió. Aun estaba a tiempo de arreglarse para llegar a la supuesta fiesta.- Dile al chofer que me espere afuera, iré a una fiesta sola. No quiero guardaespaldas ni ningún idiota cerca de mí.
Unas horas más tarde se encontraba fuera de un enorme edificio esperando a su amigo, quien la había invitado a la fiesta, mientras observaba la altura de aquel edificio sacó una cajetilla de cigarrillos y la acercó a su boca, con pequeños movimientos logró que uno sobresaliera del resto para sacarlo con sus labios, quizás debía agregarle uno o dos pisos a su edificio para que no fuera alcanzado. Mientras buscaba un encendedor entre sus bolsillos una llama se le acercó lo suficiente como para encender el tabaco, era el conocido hijo del dueño de un holding muy antiguo en la ciudad.
-Espero que estés lista para subir y ver mucha carne nueva.
No necesitó responder a las palabras de su acompañante, sólo entró al edificio y con el ceño fruncido se dirigió a la fiesta junto a otros invitados, hasta el momento no había visto a nadie que no conociera.
- traje:
Invitado
IIIIIIIVV
Invitado
Re: [Abierto] Reclutando moralidad alternativa
Salió de su hotel luego de una conversación telefónica, saludó al portero amablemente y luego siguió a uno de sus hombres a aquel vehículo que lo transportaba por la ciudad.- Está seguro que no desea que nadie lo acompañe, realmente no creo que sea una buena idea ir sólo con ella. -Una sonrisa algo siniestra se formó en los labios de Dimitri, entendía a la perfección porqué el hombre se sentía inseguro, era la primera vez que Dimitri iba a es clase de reuniones sin sus guardaespaldas, pero a decir verdad no iba a necesitarlos, un muy viejo amigo lo había ayudado a buscar una especie de cita para esa clase de velada, una chica tan fuerte que podía acabar con cualquiera que se le pusiera por delante, así que no estaba preocupado.- Si hubieras ido al torneo de Otani como te lo pedí estarías mucho más tranquilo.. -Dirigió su vista a la ventana observando el paisaje.- ...ella no es cualquier ser, ella es una bestia. -Con aquellas palabras terminó por completo esa interacción, sus hombres sabían que Dimitri necesitaba dar la última palabra cuando hablaba con ellos y nadie lo cuestionaba.
Luego de un par de minutos el auto se detuvo por completo, el chofer se bajó del vehículo y abrió la puerta para que Dimitri pudiera salir.- Señor, estaremos cerca por si nos necesita. -Al escuchar las palabras de ese hombre simplemente hizo un gesto de aprobación y comenzó a caminar, realmente no le interesaba mucho si se quedaban o no cerca, eran sólo peones, piezas que podían ser fácilmente reemplazadas.
Con calma caminó hasta el lugar donde se llevaría a cabo aquella reunión de negocios, podía sentir ese fuerte aroma a alcohol y a cigarrillo, ciertamente era obvio que quien había organizado aquella reunión tenía un buen sentido de la diversión, sólo esperaba que tuviese una ética laboral igual de buena, sobre todo porque esperaba salir de allí con al menos un buen aliado. Miró al rededor y notó que la dama roja estaba entre los invitados, en seguida una sonrisa invadió sus labios, al parecer sería una noche interesante. Desvió su mirada por unos instantes y se encontró con esa pequeña chica, al parecer había llegado antes que él. No importaba cuantas veces la observara, era a penas una niña, pero cualquiera que la hubiese visto pelear sabía que detrás de su sonrisa inocente se escondía un lobo fuerte.- Pensé que me llamarías para que llegáramos juntos. -Dijo mientras se acercaba a la loba.
Luego de un par de minutos el auto se detuvo por completo, el chofer se bajó del vehículo y abrió la puerta para que Dimitri pudiera salir.- Señor, estaremos cerca por si nos necesita. -Al escuchar las palabras de ese hombre simplemente hizo un gesto de aprobación y comenzó a caminar, realmente no le interesaba mucho si se quedaban o no cerca, eran sólo peones, piezas que podían ser fácilmente reemplazadas.
Con calma caminó hasta el lugar donde se llevaría a cabo aquella reunión de negocios, podía sentir ese fuerte aroma a alcohol y a cigarrillo, ciertamente era obvio que quien había organizado aquella reunión tenía un buen sentido de la diversión, sólo esperaba que tuviese una ética laboral igual de buena, sobre todo porque esperaba salir de allí con al menos un buen aliado. Miró al rededor y notó que la dama roja estaba entre los invitados, en seguida una sonrisa invadió sus labios, al parecer sería una noche interesante. Desvió su mirada por unos instantes y se encontró con esa pequeña chica, al parecer había llegado antes que él. No importaba cuantas veces la observara, era a penas una niña, pero cualquiera que la hubiese visto pelear sabía que detrás de su sonrisa inocente se escondía un lobo fuerte.- Pensé que me llamarías para que llegáramos juntos. -Dijo mientras se acercaba a la loba.
Última edición por Dimitri el Miér Mar 11, 2015 4:34 am, editado 1 vez
Invitado
IIIIIIIVV
Invitado
Re: [Abierto] Reclutando moralidad alternativa
Con una taza de café en la mano y la invitación en la otra, el heredero frunció el ceño mientras se paseaba por su apartamento sin nadie que le molestara por aquellas horas. Estaban cerca de las ocho y media de la noche para cuando revisó el correo y los médicos se fueron porque estaban demasiado nerviosos, incluido él, como para seguir buscando una forma de ralentizar lo que le estaba ocurriendo así que por esa noche tendría un poco de paz y tranquilidad para disfrutar de sí mismo y un buen libro; quizás una vieja película o el simple candor que provocan las letras de canciones ochenteras. Pero tal vez esos planes tendría que dejarlos para otra ocasión visto lo visto. Mientras se terminaba el café y arrojaba la carta sobre la mesa de la cocina Harry divagó un poco en si asistir o no. Recordaba los turbios negocios que su padre hacía ─o había hecho─ y no fue por nada que Moscú había sido la elegida para acoger a su persona y todas las locuras que haría con tal de sobrevivir. Apenas chasqueó la lengua con cierto desdén dirigido hacia Norman y él mismo porque los genes de su padre, sus enseñanzas, siempre sobresalían aun cuando en su mente se dijera que mezclarse con ese tipo de asociaciones no podría resultar beneficioso a la larga.
Despejó sus pensamientos en lo que se encaminaba hacia el cuarto de baño. Tomaría una ducha, se arreglaría lo suficiente y partiría en dirección al apartamento en el cual se llevaría a cabo la fiesta, por supuesto, Felicia le había mandado valiosa información del tal nombrado Iren en apenas unos diez minutos luego de haberla contactado al finalizar su exhaustiva lectura para con la invitación un tanto desvergonzada. El pasado del muchacho, su presente y todo lo que había hecho para sobrevivir, lo que ahora se intuía que haría luego de haber salido airoso de toda esa situación que le ponía los pelos de punta y le obligaba a esconderse. Para cuando tocaron las nueve y media Osborn ya estaba saliendo de su edificio con un abrigo largo en mano y las llaves de su automóvil en la otra. No había llamado a Leah porque no lo creyó necesario y porque estaba seguro de que terminaría encontrándola en la fiesta, no por nada ella era una conocida y respetada mercenaria y él un hombre que acababa de obtener una cuantiosa suma de dinero que podrían servirle al anfitrión de la velada en cuestión.
El viaje no le tomó mucho tiempo y las luces de Moscú se encontraban en todo su apogeo, con la luna derramando su luz de una forma que le encandilaba, haciéndole meditar un sinfín de cosas, cada una más extravagante y diferente que la anterior. Con una última mirada en dirección al cielo, aparcó lo suficientemente cerca de la fachada y el resto del corto camino lo hizo a pie, hundiéndose en el grueso abrigo debido al frío que seguía sin tolerar demasiado bien. Harry analizó con cautela todo lo que observaba mientras se internaba en el edificio hasta encontrar la puerta correcta, deslizándose con soltura y elegancia entre las personas allí reunidas; entrecerrando los ojos con desagrado por el espectáculo tan ordinario que se desarrollaba en, por lo visto, cada rincón medianamente visible de aquella casa. Tomó una copa mientras se desabrochaba los botones del abrigo y se encaminaba hacia la que divisó como Leah, charlando con lo que supuso eran antiguos clientes. Colocándose despreocupadamente a su lado y una mirada cargada de gélida cortesía, saludó de forma educada a los presentes y a su guardaespaldas. —Leah.— No dijo más, cabeceando en su dirección para a los pocos segundos fingir gran interés en lo que fuere que hablasen esas personas con la mujer antes de que él irrumpiera con delicadeza.
Despejó sus pensamientos en lo que se encaminaba hacia el cuarto de baño. Tomaría una ducha, se arreglaría lo suficiente y partiría en dirección al apartamento en el cual se llevaría a cabo la fiesta, por supuesto, Felicia le había mandado valiosa información del tal nombrado Iren en apenas unos diez minutos luego de haberla contactado al finalizar su exhaustiva lectura para con la invitación un tanto desvergonzada. El pasado del muchacho, su presente y todo lo que había hecho para sobrevivir, lo que ahora se intuía que haría luego de haber salido airoso de toda esa situación que le ponía los pelos de punta y le obligaba a esconderse. Para cuando tocaron las nueve y media Osborn ya estaba saliendo de su edificio con un abrigo largo en mano y las llaves de su automóvil en la otra. No había llamado a Leah porque no lo creyó necesario y porque estaba seguro de que terminaría encontrándola en la fiesta, no por nada ella era una conocida y respetada mercenaria y él un hombre que acababa de obtener una cuantiosa suma de dinero que podrían servirle al anfitrión de la velada en cuestión.
El viaje no le tomó mucho tiempo y las luces de Moscú se encontraban en todo su apogeo, con la luna derramando su luz de una forma que le encandilaba, haciéndole meditar un sinfín de cosas, cada una más extravagante y diferente que la anterior. Con una última mirada en dirección al cielo, aparcó lo suficientemente cerca de la fachada y el resto del corto camino lo hizo a pie, hundiéndose en el grueso abrigo debido al frío que seguía sin tolerar demasiado bien. Harry analizó con cautela todo lo que observaba mientras se internaba en el edificio hasta encontrar la puerta correcta, deslizándose con soltura y elegancia entre las personas allí reunidas; entrecerrando los ojos con desagrado por el espectáculo tan ordinario que se desarrollaba en, por lo visto, cada rincón medianamente visible de aquella casa. Tomó una copa mientras se desabrochaba los botones del abrigo y se encaminaba hacia la que divisó como Leah, charlando con lo que supuso eran antiguos clientes. Colocándose despreocupadamente a su lado y una mirada cargada de gélida cortesía, saludó de forma educada a los presentes y a su guardaespaldas. —Leah.— No dijo más, cabeceando en su dirección para a los pocos segundos fingir gran interés en lo que fuere que hablasen esas personas con la mujer antes de que él irrumpiera con delicadeza.
- Atuendo:
Invitado
IIIIIIIVV
Invitado
Re: [Abierto] Reclutando moralidad alternativa
- Vestuario:
-Porqué lo protegía? Buena pregunta. La razón era todo un misterio, un ángel como Mikael el cual era de los principales en cuanto a reconocimiento ahora era el guardían de un humano y no cualquiera. Se trataba de Irem, un joven chico que adquirió poder a una corta edad. Aún inmaduro e impulsivo, a pesar de demostrar malicia, seguía siendo demasiado inocente y era esa la parte donde Mikael jugaba un papel importante, era un niño y no le molestaría recalcandoselo muchas veces aunque esto le molestara escuchar al joven humano.
Aquel día, el apartamento del chico se vio invadido por muchas personas, ofrecía una especie de evento lleno de diversión y tragos, algo que le disgustaba un poco al ángel pero no era algo que cuestionaría en lo absoluto, simplemente dejaba pasar cada uno de los caprichos que su humano poseía. Aquella reunión traía consigo a gente poderosa, mercenarios, mafiosos y demás, nada bueno podría salir de allí y justo por eso el como su protector debía estar presente en todo momento en el cual la vida del niño estuviese en riesgo. Podría parecer una reunión de negocios, pero entre mafiosos nunca se sabe el giro que puedan darse.
Llegó acompañando a Irem mientras en completo silencio caminaba tras este observando la desagradable situación que allí se vivía, cuando este entró a la habitación acompañado de dos chicas, Mikael esperó afuera cruzándose de brazos y recostándose a la pared junto a la puerta. Aunque el ambiente estaba encendido, su semblante dictaba otra cosa.
Poco a poco vio como comenzaban a llegar los invitados estrella de Irem, gente anda buena, incluso en alguno de ellos percibió cierta aura fuera de lo natural, principalmente uno que era fácil de detectar para el como ángel, el de un Demonio presente.
Una vez el chico salió algo desalineado, le miró fijamente y se separó de la pared deshaciendo el cruce de sus brazos.- Tus invitados han llegado. -Mencionó al menor esperando que este se dispusiera por ir a atenderlos para así caminar tras de el muy cerca para así hablarle en un tono bajo donde le escuchase como si le hablara al oído- Ten cuidado de con quien te mezclas Irem, una cosa es que me hagas lidiar con humanos y otra que sean "diferentes" -Hizo énfasis en la ultima palabra dándole a entender al chico de que entre las personas habían seres diferentes. Mikael compartía con Irem el conocimiento de otras especies, mas sin embargo nunca le mencionaba nombres de estos ya que si el joven humano no sabía de la existencia de otras razas, no sería el quien le abriría los ojos, por lo tanto solo se lo hacía saber con la palabra "Diferente".
Invitado
IIIIIIIVV
Invitado
Re: [Abierto] Reclutando moralidad alternativa
Había sido una tarde tranquila, sin preocupaciones, sin emociones fuertes, sólo tranquilidad y naturaleza, eso era precisamente lo que necesitaba luego de lo que había ocurrido en el último torneo. Estaba tan acostumbrada a ganar que cuando otro contendiente lograba hacerle un gran daño su humor no andaba muy estable, eso sumado a todo lo que había pasado con Iren la tenía con el peor animo del mundo, quería matar a alguien, no importaba a quien, al primero que la mirara por mucho tiempo, pero sabía que no podía, no estaba en el bosque, estaba en la casa de Otani. Molesta salió al patio y se subió a un árbol, quería estar tranquila y sentir que sólo existía ella y ese árbol, nadie más. Se colocó sus audífonos y subió el volumen de la música tan fuerte como podía, los empleados de Otani caminaban por el patio, pero nadie alzaba la vista si quiera, el viejo había dado la orden para que nadie la molestara.
Cerró sus ojos y apoyó su cabeza en la corteza del árbol, sabía perfectamente lo que pasaría, sabía como era el humano y probablemente ahora ella era la única que seguía pensando en lo que había ocurrido. Después de eso comenzó a sentirse aún más molesta, tenía el ceño fruncido y de vez en cuando suspiraba pesado hasta que de golpe sintió el aroma de Iren en la casa.- Esto tiene que ser una broma. -Molesta se bajó del árbol de un salto, los empleados la observaron, pero nadie preguntó nada. Caminó rápido, pero no iba a correr, su mano derecha empuñada y su mano izquierda elevada con las uñas en su boca, no sabía que debía hacer, sólo seguía caminando hasta que llegó a la oficina de Otani, miró al rededor pero Iren no estaba, sólo su aroma.- Niña ¿Cuántas veces te he dicho que no entres as? -Vio como los labios del viejo se movían así que quitó los audífonos.- ¿Ocurre algo? ¿Qué es eso que tienes en la mano? ¿Quién lo envió? -Sus preguntas eran rápidas y nerviosas, el viejo sólo sonrió y le acercó la carta sin contestar ninguna de esas preguntas.- Necesito que vayas hija, necesito que seas mi representante y que cuides de mi aliado Dimitri, ya sabes, el que vino al torneo, algún día todo lo que poseo será tuyo y aunque amo tu forma de ser debemos hacerle algunos arreglos, ni las más bellas criaturas están exentas de madurar. -El viejo se puso de pie con dificultad y caminó hasta la loba, le dejó un beso en la frente y se retiró a descansar.- Siempre me haces estas cosas... -Murmuró a regañadientes, observó el mapa y comenzó a correr, no quería ir, pero tampoco quería desobedecer a Otani, no después de todo lo que hacía por ella.
En poco tiempo ya estaba cerca, podía escuchar aquella fiesta, podía escuchar cada voz. Ingresó al edificio, luego al departamento y comenzó a buscar al socio de Otani, estaba incómoda y no ayudaba que pudiera reconocer cada voz, sobre todo porque podía escuchar lo que Iren estaba haciendo.- Algún día Otani, algún día te voy a cobrar todas las que me has hecho. -Volvió a ponerse los audífonos, al menos así no tenía que seguir escuchando, tomó su celular y envió un mensaje de texto a un amigo, si tenía que estar allí al menos podría disfrutar de un buen rato, tal vez hasta reír. Comenzó a caminar y se acercó a un gran ventanal, en seguida vio como el socio del viejo bajaba de un automóvil. Luego de unos minutos lo vio entrar, sonrió leve, tal vez era la oportunidad de conocer a los amigos de su querido protector.- No te escuché, lo siento. -Comentó al tiempo que se quitaba los audífonos.- Así que tú eres Dimitri, mucho gusto. -Se acercó a él y le tomó la mano al tiempo que lo encaminaba hasta una amplia mesa donde estaban los tragos.- Me aburro rápidamente, bebamos algo antes de que todo se ponga serio. -Esquivó a una que otra pareja que se encontraba en el suelo, humanos, era tan fácil para ellos consumir alguna sustancia y olvidarse del mundo real, pero Malia era un garou, su regeneración le impedía hacer eso.
Cerró sus ojos y apoyó su cabeza en la corteza del árbol, sabía perfectamente lo que pasaría, sabía como era el humano y probablemente ahora ella era la única que seguía pensando en lo que había ocurrido. Después de eso comenzó a sentirse aún más molesta, tenía el ceño fruncido y de vez en cuando suspiraba pesado hasta que de golpe sintió el aroma de Iren en la casa.- Esto tiene que ser una broma. -Molesta se bajó del árbol de un salto, los empleados la observaron, pero nadie preguntó nada. Caminó rápido, pero no iba a correr, su mano derecha empuñada y su mano izquierda elevada con las uñas en su boca, no sabía que debía hacer, sólo seguía caminando hasta que llegó a la oficina de Otani, miró al rededor pero Iren no estaba, sólo su aroma.- Niña ¿Cuántas veces te he dicho que no entres as? -Vio como los labios del viejo se movían así que quitó los audífonos.- ¿Ocurre algo? ¿Qué es eso que tienes en la mano? ¿Quién lo envió? -Sus preguntas eran rápidas y nerviosas, el viejo sólo sonrió y le acercó la carta sin contestar ninguna de esas preguntas.- Necesito que vayas hija, necesito que seas mi representante y que cuides de mi aliado Dimitri, ya sabes, el que vino al torneo, algún día todo lo que poseo será tuyo y aunque amo tu forma de ser debemos hacerle algunos arreglos, ni las más bellas criaturas están exentas de madurar. -El viejo se puso de pie con dificultad y caminó hasta la loba, le dejó un beso en la frente y se retiró a descansar.- Siempre me haces estas cosas... -Murmuró a regañadientes, observó el mapa y comenzó a correr, no quería ir, pero tampoco quería desobedecer a Otani, no después de todo lo que hacía por ella.
En poco tiempo ya estaba cerca, podía escuchar aquella fiesta, podía escuchar cada voz. Ingresó al edificio, luego al departamento y comenzó a buscar al socio de Otani, estaba incómoda y no ayudaba que pudiera reconocer cada voz, sobre todo porque podía escuchar lo que Iren estaba haciendo.- Algún día Otani, algún día te voy a cobrar todas las que me has hecho. -Volvió a ponerse los audífonos, al menos así no tenía que seguir escuchando, tomó su celular y envió un mensaje de texto a un amigo, si tenía que estar allí al menos podría disfrutar de un buen rato, tal vez hasta reír. Comenzó a caminar y se acercó a un gran ventanal, en seguida vio como el socio del viejo bajaba de un automóvil. Luego de unos minutos lo vio entrar, sonrió leve, tal vez era la oportunidad de conocer a los amigos de su querido protector.- No te escuché, lo siento. -Comentó al tiempo que se quitaba los audífonos.- Así que tú eres Dimitri, mucho gusto. -Se acercó a él y le tomó la mano al tiempo que lo encaminaba hasta una amplia mesa donde estaban los tragos.- Me aburro rápidamente, bebamos algo antes de que todo se ponga serio. -Esquivó a una que otra pareja que se encontraba en el suelo, humanos, era tan fácil para ellos consumir alguna sustancia y olvidarse del mundo real, pero Malia era un garou, su regeneración le impedía hacer eso.
- Atuendo:
Última edición por Malia el Vie Mar 13, 2015 4:51 am, editado 1 vez
Invitado
IIIIIIIVV
Invitado
Re: [Abierto] Reclutando moralidad alternativa
Iren se había convertido en el jefe del grupo de los “Ndrangheta” en Rusia, no compartía sangre con el jefe anterior, sin embargo, lo había acogido como a un hijo cuando supo su historia, quiso protegerlo, y así lo hizo, le tomó cariño rápidamente por lo que lo convirtió en su único “hijo” y “familiar”.
Tenía planes de formar alianzas, expandirse, los negocios principales de esta organización era la exportación de cocaína y armas. Sin embargo, necesitaba formar socios de mafias para poder completar varios trabajos sucios y planes que tenía para todos, ya que el mundo actual era demasiado complicado por muchas razones que probablemente muchos humanos desconocían, pero no Iren.
Se arregló las ropas y se medio peinó el cabello con las manos notando la presencia de su “nuevo guardián” que por azares del destino había conocido y había descubierto su naturaleza, la cual, poco le sorprendió puesto que su chica no era del todo humana, sin embargo, era la primera vez que se había encontrado con un ser “de luz” como él le llamaría. Le convenía tenerlo cuidándole la espalda, el ángel parecía tener esperanza en él, pero Iren tenía demasiados rencores en su interior como para poder cambiar su ahora ya estilo de vida.
Sonrió de lado ante las palabras de Mikael – Gracias por avisar – se le acercó dejando sus labios a pocos milímetros de su rostro solo para molestar, pero sabía que el ángel no haría nada ni cambiaría su semblante, era bastante frio y serio, al menos eso detectaba el joven mafioso, se atrevió a rozas a penas sus belfos contra los ajenos- te vez guapo hoy – le susurró para luego caminar hacia la sala donde yacía la mayoría de la gente escuchando los consejos de su ahora “Pepe Grillo”
- Por esa razón los haremos nuestros aliados, si son diferentes mejor, muchos de nuestros enemigos lo son también y los humanos poco podemos hacer contra los sobrenaturales, al menos por el momento- contestó completamente relajado.
Tomó una copa de vino tinto de las que estaban repartiendo por los meseros, aquello contrastaba por completo con el ambiente de mala muerte que se había formado, a pesar de eso, la mayoría de aquellos muchachos eran gente con dinero y poderosa, muchos clientes muy adinerados cuyas mentes vagaban perdidas a causa de las grandes cantidades de cocaína que corrían en ese departamento, y lo mejor es que era invitación de la casa. Iren no consumía para nada su producto, él solo se encargaba de expandirlo a varios países.
Se acercó con el dj y le pidió que bajara por un momento la música, tomó un micrófono y comenzó a hablar
-Agradezco mucho que hayan asistido a esta pequeña y privada fiesta, espero sea de su agrado y se sientan cómodos de hacer lo que les plazca, que esta noche no hayan límites, beban, coman y consuman, que hay suficiente, disfruten la velada y solidaricemos relaciones, gracias de nuevo y recuerden que hoy Ndrangheta es el anfitrión- terminó aquel discurso y varios gritos y aplausos se dejaron escuchar para luego dar de nuevo paso a la música, algunos de sus cercanos cerraban negocios en otras habitaciones más privadas del departamento, él haría lo mismo con sus invitados “especiales”
Los había identificado y se iría acercando uno a uno para invitarlos a pasar a una sala privada donde el plan era sentarlos a todos y hablar de posibles alianzas.
La primera que visualizó fue a aquella mujer poderosa cuyos subordinados le habían dicho que tenía un carácter difícil y era una persona bastante peligrosa, sin embargo, eso no limitaba a Iren en su trato con la gente, era bueno saber con quién trataba le tenía sin cuidado si le caía bien o mal a las personas, negocio era negocio y habían muchos dentro de las organizaciones aliadas que le caían reamente mal, pero los toleraba por los beneficios que podrían traer.
-Señorita Jeon Ji Yoon- se acercó a la joven haciéndole una leve reverencia por respeto al rango que la contraria poseía- te agradezco que hayas venido- a pesar de todo siempre tuteaba a las personas, no le gustaba para nada hablar de usted, y cuando lo hacía era de forma irónica – Sé que aún no soy muy conocido pues tuve que tomar las riendas por un lamentable hecho, ya sabe a lo que me refiero, pero el jefe lo entiende y me ha confiado todo esto… espero podamos tener una buena relación, espero que podamos formar algo bueno y poder sacar todos los involucrados un gran beneficio, me gustaría que me acompañaras para buscar a los otros invitados y poder pasar a una sala más privada- le ofreció el brazo por si la contraria quería tomárselo y acompañarlo de esa manera
-
Tenía planes de formar alianzas, expandirse, los negocios principales de esta organización era la exportación de cocaína y armas. Sin embargo, necesitaba formar socios de mafias para poder completar varios trabajos sucios y planes que tenía para todos, ya que el mundo actual era demasiado complicado por muchas razones que probablemente muchos humanos desconocían, pero no Iren.
Se arregló las ropas y se medio peinó el cabello con las manos notando la presencia de su “nuevo guardián” que por azares del destino había conocido y había descubierto su naturaleza, la cual, poco le sorprendió puesto que su chica no era del todo humana, sin embargo, era la primera vez que se había encontrado con un ser “de luz” como él le llamaría. Le convenía tenerlo cuidándole la espalda, el ángel parecía tener esperanza en él, pero Iren tenía demasiados rencores en su interior como para poder cambiar su ahora ya estilo de vida.
Sonrió de lado ante las palabras de Mikael – Gracias por avisar – se le acercó dejando sus labios a pocos milímetros de su rostro solo para molestar, pero sabía que el ángel no haría nada ni cambiaría su semblante, era bastante frio y serio, al menos eso detectaba el joven mafioso, se atrevió a rozas a penas sus belfos contra los ajenos- te vez guapo hoy – le susurró para luego caminar hacia la sala donde yacía la mayoría de la gente escuchando los consejos de su ahora “Pepe Grillo”
- Por esa razón los haremos nuestros aliados, si son diferentes mejor, muchos de nuestros enemigos lo son también y los humanos poco podemos hacer contra los sobrenaturales, al menos por el momento- contestó completamente relajado.
Tomó una copa de vino tinto de las que estaban repartiendo por los meseros, aquello contrastaba por completo con el ambiente de mala muerte que se había formado, a pesar de eso, la mayoría de aquellos muchachos eran gente con dinero y poderosa, muchos clientes muy adinerados cuyas mentes vagaban perdidas a causa de las grandes cantidades de cocaína que corrían en ese departamento, y lo mejor es que era invitación de la casa. Iren no consumía para nada su producto, él solo se encargaba de expandirlo a varios países.
Se acercó con el dj y le pidió que bajara por un momento la música, tomó un micrófono y comenzó a hablar
-Agradezco mucho que hayan asistido a esta pequeña y privada fiesta, espero sea de su agrado y se sientan cómodos de hacer lo que les plazca, que esta noche no hayan límites, beban, coman y consuman, que hay suficiente, disfruten la velada y solidaricemos relaciones, gracias de nuevo y recuerden que hoy Ndrangheta es el anfitrión- terminó aquel discurso y varios gritos y aplausos se dejaron escuchar para luego dar de nuevo paso a la música, algunos de sus cercanos cerraban negocios en otras habitaciones más privadas del departamento, él haría lo mismo con sus invitados “especiales”
Los había identificado y se iría acercando uno a uno para invitarlos a pasar a una sala privada donde el plan era sentarlos a todos y hablar de posibles alianzas.
La primera que visualizó fue a aquella mujer poderosa cuyos subordinados le habían dicho que tenía un carácter difícil y era una persona bastante peligrosa, sin embargo, eso no limitaba a Iren en su trato con la gente, era bueno saber con quién trataba le tenía sin cuidado si le caía bien o mal a las personas, negocio era negocio y habían muchos dentro de las organizaciones aliadas que le caían reamente mal, pero los toleraba por los beneficios que podrían traer.
-Señorita Jeon Ji Yoon- se acercó a la joven haciéndole una leve reverencia por respeto al rango que la contraria poseía- te agradezco que hayas venido- a pesar de todo siempre tuteaba a las personas, no le gustaba para nada hablar de usted, y cuando lo hacía era de forma irónica – Sé que aún no soy muy conocido pues tuve que tomar las riendas por un lamentable hecho, ya sabe a lo que me refiero, pero el jefe lo entiende y me ha confiado todo esto… espero podamos tener una buena relación, espero que podamos formar algo bueno y poder sacar todos los involucrados un gran beneficio, me gustaría que me acompañaras para buscar a los otros invitados y poder pasar a una sala más privada- le ofreció el brazo por si la contraria quería tomárselo y acompañarlo de esa manera
-
- Orden de Posteo:
Kim Iren
Leah Prince
Andras
Dimitri
Harry Osborn
Mikael Malia
Invitado
IIIIIIIVV
Invitado
Re: [Abierto] Reclutando moralidad alternativa
Reconoció a aquel hombre que había entrado, si mal no recordaba se llamaba Dimitri pero no era el tipo que ella buscaba, dejó escapar un suspiro escuchando hablar a los hombres que estaban frente a ella, sobre lo bueno que había sido el trabajo por los Prince y las ganas de volver a contratarlos por cualquier cosa que le hizo sonreir con cierto orgullo pues siempre era bueno que hablaran bien de la familia y en especial cuando era a alguno de los pequeños que ella misma había entrenado para hacer de ellos los soldados que eran.
Sonrió al reconocer la figura de su nuevo jefe junto a ella y luego hizo un gesto con la cabeza para saludarle y disumulada se puso un poco por delante de él, era una fiesta del bajo mundo después de todo y podría habe sangre cosa que debía asegurarse que no fuera la del menor la que corrieram aunque -Señor Harry - Decidió llamarlo por su nombre de pila pues realmente allí podría tener algún enemigo y por ahora era mejor que tuviera un perfil bajo pero eso fue un pensamiento de ella y tal vez no era el deseo de su empleador, de manera que volvió a hablar con quienes se había convertido en su grupo de gente, mirando la puerta de vez en vez para ver quien entraba por la puerta, esperaba que tarde o temprano ese tipo llegara.
Se giró para mirar al afintrión que hablaba con una de sus cejas elevadas, en su mente era solo un niñato pero había aprendido a no subestimar a las personas, sabía la historia del viejo y no le pudo importar menos ¿Así que era el nuevo lider? Le gustaría ver cuanto duraba, en especial en aquel nido de viboras, presentía que prono uno de los suyos se metería en escena para plantarle un tiro en la cabeza o tal vez lo torturen un poco, depende de quien lo pidiera y eso le hizo recordar al chico de ojos zafiro que estaba junto a ella, él tambien debería conocer a esas personas que lo rodeaban y saber que eran capaz de hacer para que tuviera los ojos bien abiertos, el quien recien había hablado no le importaba mucho a meno que le pagara claro está, ella se quedó en su lugar pero los hombres a su lado fueron a hablar con él, habían empezado a jugar.
-Señor Harry ¿Se le apetece beber algo? ¿Quiere que le presente a algún invitado? -Ladeó su cabeza pues no sabía si el muchacho le gustaba la bebida o no pero hasta ahía le ofrecería, cualquier otra sustancia que allí había no eran para consumir, volvía a las personas idiotas como uno de los tipos que clavó su mirada en ella desde que llegó y Leah conocía bien pues ella misma le había dado el tiro de gracia a uno de sus sobrino o su hermano, no recordaba bien a quien pero decir verdad tampoco es que se pusiera a pensar en cada persona que mataba.
Sonrió al reconocer la figura de su nuevo jefe junto a ella y luego hizo un gesto con la cabeza para saludarle y disumulada se puso un poco por delante de él, era una fiesta del bajo mundo después de todo y podría habe sangre cosa que debía asegurarse que no fuera la del menor la que corrieram aunque -Señor Harry - Decidió llamarlo por su nombre de pila pues realmente allí podría tener algún enemigo y por ahora era mejor que tuviera un perfil bajo pero eso fue un pensamiento de ella y tal vez no era el deseo de su empleador, de manera que volvió a hablar con quienes se había convertido en su grupo de gente, mirando la puerta de vez en vez para ver quien entraba por la puerta, esperaba que tarde o temprano ese tipo llegara.
Se giró para mirar al afintrión que hablaba con una de sus cejas elevadas, en su mente era solo un niñato pero había aprendido a no subestimar a las personas, sabía la historia del viejo y no le pudo importar menos ¿Así que era el nuevo lider? Le gustaría ver cuanto duraba, en especial en aquel nido de viboras, presentía que prono uno de los suyos se metería en escena para plantarle un tiro en la cabeza o tal vez lo torturen un poco, depende de quien lo pidiera y eso le hizo recordar al chico de ojos zafiro que estaba junto a ella, él tambien debería conocer a esas personas que lo rodeaban y saber que eran capaz de hacer para que tuviera los ojos bien abiertos, el quien recien había hablado no le importaba mucho a meno que le pagara claro está, ella se quedó en su lugar pero los hombres a su lado fueron a hablar con él, habían empezado a jugar.
-Señor Harry ¿Se le apetece beber algo? ¿Quiere que le presente a algún invitado? -Ladeó su cabeza pues no sabía si el muchacho le gustaba la bebida o no pero hasta ahía le ofrecería, cualquier otra sustancia que allí había no eran para consumir, volvía a las personas idiotas como uno de los tipos que clavó su mirada en ella desde que llegó y Leah conocía bien pues ella misma le había dado el tiro de gracia a uno de sus sobrino o su hermano, no recordaba bien a quien pero decir verdad tampoco es que se pusiera a pensar en cada persona que mataba.
Invitado
IIIIIIIVV
Invitado
Re: [Abierto] Reclutando moralidad alternativa
La habitación blanca se le hacía algo incómoda, estaba adornada de una forma tan contemporánea que el color le chocaba y le ponía de mal humor, le dio una calada a su cigarrillo pensando que quizás con algo más Rococo se hubiese visto digna de un líder. Su ceño fruncido no le agradó a su acompañante, el cual bebía un poco de alcohol en silencio esperando que Andras pronunciara alguna palabra para iniciar una conversación agradable, sin embargo el dueño de casa se acercó y no le dio la oportunidad de suavizar el estado de ánimo de la joven. Al escuchar su nombre estiró su mano hacia su conocido, el cual no tardó ni un segundo en depositar un vaso de whisky en él, notó la reverencia y aquello la complació, así que una pequeña sonrisa se formó en su rostro.
La felicidad fue corta, pues apenas escuchó que la tuteaban la sonrisa antes esbozada se perdió en alguna parte del tiempo y con lentitud fue girando la cabeza para observar al niño que le hablaba, hacía años que nadie se dirigía a ella de esa forma. Lo escuchó atentamente con un rostro serio, su acompañante se perdió entre los invitados al ver el rostro de Jeon mientras ella pensaba qué sería mejor para el pequeño, de seguro su líder no le había informado como correspondía. Terminó de escuchar a Iren e inmediatamente le dio una profunda y generosa calada a su cigarro, disfrutó de él por unos segundos y lo tomó entre sus dedos para poder hablar con tranquilidad.
-Joven Iren, hablemos de negocios más tarde, mire a sus invitados -sonrió señalando con la mano que sostenía su vaso a todas las personas que estaban en el lugar en un movimiento simple de entender- podría ser que muchos no han llegado y siempre es mejor esperar a que el alcohol altere las decisiones de sus posibles aliados, así aceptarían con mayor facilidad lo que proponga -Su sonrisa se desvaneció para dar paso a una mueca tranquila e indecifrable, como si estuviese analizando al humano frente a ella. Con naturalidad dio dos pasos para acortar la distancia entre ellos y dirigió el cigarrillo encendido entre sus dedos hacia la mano desnuda del menor, provocándole una leve pero dolorosa quemadura antes de pensar en mezclarse entre los invitados. Eso le haría pensar dos veces antes de tutear a alguien superior.
La felicidad fue corta, pues apenas escuchó que la tuteaban la sonrisa antes esbozada se perdió en alguna parte del tiempo y con lentitud fue girando la cabeza para observar al niño que le hablaba, hacía años que nadie se dirigía a ella de esa forma. Lo escuchó atentamente con un rostro serio, su acompañante se perdió entre los invitados al ver el rostro de Jeon mientras ella pensaba qué sería mejor para el pequeño, de seguro su líder no le había informado como correspondía. Terminó de escuchar a Iren e inmediatamente le dio una profunda y generosa calada a su cigarro, disfrutó de él por unos segundos y lo tomó entre sus dedos para poder hablar con tranquilidad.
-Joven Iren, hablemos de negocios más tarde, mire a sus invitados -sonrió señalando con la mano que sostenía su vaso a todas las personas que estaban en el lugar en un movimiento simple de entender- podría ser que muchos no han llegado y siempre es mejor esperar a que el alcohol altere las decisiones de sus posibles aliados, así aceptarían con mayor facilidad lo que proponga -Su sonrisa se desvaneció para dar paso a una mueca tranquila e indecifrable, como si estuviese analizando al humano frente a ella. Con naturalidad dio dos pasos para acortar la distancia entre ellos y dirigió el cigarrillo encendido entre sus dedos hacia la mano desnuda del menor, provocándole una leve pero dolorosa quemadura antes de pensar en mezclarse entre los invitados. Eso le haría pensar dos veces antes de tutear a alguien superior.
Invitado
IIIIIIIVV
Invitado
Re: [Abierto] Reclutando moralidad alternativa
Completamente asombrado por la personalidad de aquella loba Dimitri solo pudo reír, llevó una de sus manos a cubrir sus labios, pues odiaba que lo vieran sonreír si quiera, pero aquello le había hecho tanta gracia que no podía evitarlo, aquella pequeña de una u otra forma le recordaba a Anastasia, pero era una versión mucho más molesta que su hermosa hermana. Cuando la menor tomó su mano se sintió un poco invadido, pero lo aceptaba, sabía que estaba tratando con una hembra que era prácticamente un animal salvaje del bosque, era completamente razonable que la chica no supiera manejar códigos sociales, mucho menos códigos de yakuza, aunque por esa rudeza y por su rostro y cuerpo tan infantil casi le parecía una yankee de secundaria, sólo le faltaba el uniforme y ese acento marcado en las erres.
Cuando llegó a la mesa soltó la mano de la chica y sirvió dos tragos de vodka, uno para él y otro para la chica, pero antes de entregarle el vaso hundió la mano en su bolsillo sacó una pequeña pastilla de acónito, aquella era una planta muy fuerte que de extraña forma sólo hacía efecto en los cambiaformas, era una planta que los dejaba realmente vulnerables a cosas como el alcohol y cualquier otra clase de alucinógenos.- Mucho gusto, Malia. -Habló por vez primera al momento de entregarle el vaso.- Bebe con mucho cuidado, esta vez tu regeneración no podrá ayudarte a aplacar el impacto del licor. -No sabía si la chica era mayor de edad, pero sabía perfectamente que Otani no la hubiera mandado allí sin que pudiera cuidarse, aunque ahora entendía la insistencia de aquel yakuza, la chica era fuerte, pero bastante torpe, Dimitri no solo estaba siendo protegido por la loba, sino que él también debía hacer su parte y asegurarse de que la loba pudiera desenvolverse dentro de esa situación.- Otani me a hablado poco de ti, cuéntame ¿Quién eres? -Para Dimitri era bastante fácil juzgar la forma de ser de un cambiante sólo al hacer esa pregunta, sobre todo si se trataba de un garou, pero no quería ser imprudente, ella definitivamente no era como ninguna garou que hubiera conocido.
En poco notó como el organizador de aquella reunión salía y daba un pequeño discurso, se llevó el vaso de vodka a los labios y bebió un largo sorbo, de reojo miraba a la loba para que ella no bebiera de más, estaba casi seguro de que Otani tendría muchas cosas para decir cuando supiera que le había suministrado acónito a su pequeña, pero de esa forma era más divertido y ella había dicho que se aburría con facilidad. Dimitri también se aburría con facilidad y en momentos como este le daban ganas de comenzar a experimentar cambiando ánimos y situaciones, una fiesta siempre puede ser más entretenida que lo que se plantea, todas las pieza estaban en el tablero, ahora sólo había que comenzar a jugar, esa noche ya había elegido a algunos peones y a la reina.
Cuando llegó a la mesa soltó la mano de la chica y sirvió dos tragos de vodka, uno para él y otro para la chica, pero antes de entregarle el vaso hundió la mano en su bolsillo sacó una pequeña pastilla de acónito, aquella era una planta muy fuerte que de extraña forma sólo hacía efecto en los cambiaformas, era una planta que los dejaba realmente vulnerables a cosas como el alcohol y cualquier otra clase de alucinógenos.- Mucho gusto, Malia. -Habló por vez primera al momento de entregarle el vaso.- Bebe con mucho cuidado, esta vez tu regeneración no podrá ayudarte a aplacar el impacto del licor. -No sabía si la chica era mayor de edad, pero sabía perfectamente que Otani no la hubiera mandado allí sin que pudiera cuidarse, aunque ahora entendía la insistencia de aquel yakuza, la chica era fuerte, pero bastante torpe, Dimitri no solo estaba siendo protegido por la loba, sino que él también debía hacer su parte y asegurarse de que la loba pudiera desenvolverse dentro de esa situación.- Otani me a hablado poco de ti, cuéntame ¿Quién eres? -Para Dimitri era bastante fácil juzgar la forma de ser de un cambiante sólo al hacer esa pregunta, sobre todo si se trataba de un garou, pero no quería ser imprudente, ella definitivamente no era como ninguna garou que hubiera conocido.
En poco notó como el organizador de aquella reunión salía y daba un pequeño discurso, se llevó el vaso de vodka a los labios y bebió un largo sorbo, de reojo miraba a la loba para que ella no bebiera de más, estaba casi seguro de que Otani tendría muchas cosas para decir cuando supiera que le había suministrado acónito a su pequeña, pero de esa forma era más divertido y ella había dicho que se aburría con facilidad. Dimitri también se aburría con facilidad y en momentos como este le daban ganas de comenzar a experimentar cambiando ánimos y situaciones, una fiesta siempre puede ser más entretenida que lo que se plantea, todas las pieza estaban en el tablero, ahora sólo había que comenzar a jugar, esa noche ya había elegido a algunos peones y a la reina.
Invitado
IIIIIIIVV
Invitado
Re: [Abierto] Reclutando moralidad alternativa
Recibió el saludo de la mujer con un nuevo cabeceo, esta vez aún más imperceptible que el interior y es que no se sentía realmente cómodo en la situación presente porque si bien había tenido que asistir a todo tipo de eventos y veladas, pocas eran las veces en las que tenía que presenciar espectáculos de semejante calibre. No era alguien “tímido” ni mucho menos le escandalizaban dichas actuaciones, era, más bien, que lo encontraba vulgar para su más personal gusto y, para bien o para mal, a Harry no le llamaba para nada la atención la ordinariez pues prefería lo sencillo, la belleza que había detrás de la simpleza así que para evitarse algún tipo de “mal trago” decidió fijar su añil mirar en su guardaespaldas hasta que la voz del anfitrión logró arrancarlo de sus reflexiones. Osborn elevó discretamente una de sus cejas ante la apariencia tan infantil que el muchacho poseía, viéndose incluso más joven de lo que el mismo empresario podría llegar a verse alguna vez. No juzgó, con todo y eso, pues las apariencias engañaban la mayor parte de las veces.
Los hombres que momentos antes estaban charlando con ellos desaparecieron en busca de formar nuevas alianzas, a percepción del veinteañero, momento en que aprovechó para dejar su copa encima de la bandeja de un mesero que había por ahí, recorriéndose la lujosa estancia con tragos de todo tipo. La suya se había quedado intacta debido a lo poco y nada que solía beber así que para cuando Leah le llamó, ofreciendo una bebida él simplemente negó a lo primero. Se acercó un poco más a ella hasta que la cubrió con su cuerpo y dejó que su rostro se aproximara al contrario para poder susurrar a su oído. Si había algo que destacara en Harry era la desconfianza, la situación en general no le daba buena espina y estaba seguro de que no se quedaría mucho tiempo. —Me gustaría conocer a la mujer que acaba de darle la espalda a nuestro… curioso anfitrión. Parece alguien firme. ¿La conoces? Por otra parte no creo que me quede mucho, quizás charle con algunas personas y me vaya en…— Elevó su brazo derecho, moviendo con delicadeza la muñeca para descubrir el pesado reloj que la envolvía. —unas dos horas.— Comentó con la voz baja y un tanto neutral, frunciendo apenas el ceño al separarse debido a que sus ojos llegó la imagen de una joven que al parecer había acabado de presentarse.
Harry nunca pensó que pudieran haber muchachas de apariencias tan increíblemente juveniles mezclándose entre mafiosos y patanes pero, por otra parte, no se sintió tampoco demasiado sorprendido. Osborn fijó su mirar de nueva cuenta en Leah antes de que comenzara a desplazarse entre los invitados de la fiesta, entablando fugaces conversaciones que prometían grandes reuniones y alianzas poderosas ya que para ello es que Harry se había presentado en dicha fiesta. Reconocía algunas caras, los que fueron socios de su padre y que al parecer necesitaban también de sus beneficios. El muchacho no se cerró porque una de las tantas enseñanzas de su progenitor había sido el que los aliados proporcionaban un gran poder si sabías elegirlos con cuidado, cautela y exigencia; por lo tanto, estaba obrando justo como cabría esperar de un Osborn. Y sus pasos le llevaron hasta la mujer de cabellos cortos que tanto le había llamado la atención momentos antes. Echó una fugaz mirada hacia Leah antes de proseguir para acercarse del todo a la muchacha, realizando una educada a la par que cortés venia para demostrarle su respeto. —Mucho gusto, y perdone este acercamiento tan repentino pero… no pude evitar fijarme en su firmeza de momentos antes. Mi nombre es Harry Osborn y para mí es un placer conocerla.— Extendió la diestra en dirección a la fémina, sin dejar de mirarla a los ojos.
Los hombres que momentos antes estaban charlando con ellos desaparecieron en busca de formar nuevas alianzas, a percepción del veinteañero, momento en que aprovechó para dejar su copa encima de la bandeja de un mesero que había por ahí, recorriéndose la lujosa estancia con tragos de todo tipo. La suya se había quedado intacta debido a lo poco y nada que solía beber así que para cuando Leah le llamó, ofreciendo una bebida él simplemente negó a lo primero. Se acercó un poco más a ella hasta que la cubrió con su cuerpo y dejó que su rostro se aproximara al contrario para poder susurrar a su oído. Si había algo que destacara en Harry era la desconfianza, la situación en general no le daba buena espina y estaba seguro de que no se quedaría mucho tiempo. —Me gustaría conocer a la mujer que acaba de darle la espalda a nuestro… curioso anfitrión. Parece alguien firme. ¿La conoces? Por otra parte no creo que me quede mucho, quizás charle con algunas personas y me vaya en…— Elevó su brazo derecho, moviendo con delicadeza la muñeca para descubrir el pesado reloj que la envolvía. —unas dos horas.— Comentó con la voz baja y un tanto neutral, frunciendo apenas el ceño al separarse debido a que sus ojos llegó la imagen de una joven que al parecer había acabado de presentarse.
Harry nunca pensó que pudieran haber muchachas de apariencias tan increíblemente juveniles mezclándose entre mafiosos y patanes pero, por otra parte, no se sintió tampoco demasiado sorprendido. Osborn fijó su mirar de nueva cuenta en Leah antes de que comenzara a desplazarse entre los invitados de la fiesta, entablando fugaces conversaciones que prometían grandes reuniones y alianzas poderosas ya que para ello es que Harry se había presentado en dicha fiesta. Reconocía algunas caras, los que fueron socios de su padre y que al parecer necesitaban también de sus beneficios. El muchacho no se cerró porque una de las tantas enseñanzas de su progenitor había sido el que los aliados proporcionaban un gran poder si sabías elegirlos con cuidado, cautela y exigencia; por lo tanto, estaba obrando justo como cabría esperar de un Osborn. Y sus pasos le llevaron hasta la mujer de cabellos cortos que tanto le había llamado la atención momentos antes. Echó una fugaz mirada hacia Leah antes de proseguir para acercarse del todo a la muchacha, realizando una educada a la par que cortés venia para demostrarle su respeto. —Mucho gusto, y perdone este acercamiento tan repentino pero… no pude evitar fijarme en su firmeza de momentos antes. Mi nombre es Harry Osborn y para mí es un placer conocerla.— Extendió la diestra en dirección a la fémina, sin dejar de mirarla a los ojos.
Invitado
IIIIIIIVV
Invitado
Re: [Abierto] Reclutando moralidad alternativa
-Mientras caminaba un par de pasos detrás del menor pudo notar con mayor facilidad la presencia de aquel demonio que se encontraba en ese sitio, llevaba la forma de una hermosa mujer ante los ojos humanos pero Mikael podía ver con claridad el aura desagradable que esta desprendía. Observó fijamente a esta a quien su protegido habló saludándole, lastimosamente aún era un niñato y no sabía como actuar frente a fuerzas superiores pues la femina en respuesta le causó una pequeña quemadura de su cigarro para luego retirarse y mezclarse entre las demás personas de aquel sitio.-
Si que tienes mucho que aprender aún... No sabes con que fuerzas te estás mezclando Iren.. -Le dijo mientras seguía con la mirada a aquel demonio hasta perderle de vista por lo cual volvió la mirada con el humano- Ninguno de los presentes te respetará si actúas de esa forma, para ellos así como lo veo yo, no eres mas que un enano jugando al gangster... -Respiró profundamente- La chica te ha sacado el cuerpo, es tu fiesta, obligales a reunirse ya y no cuando ellos quieran...Quieres su respeto? demuéstralo. -Dicho esto se separó del menor para mezclarse entre las demás personas buscando nuevamente al demonio que allí se encontraba, no necesitaba estar en todo momento con Iren, aun estando separado podía mantener contacto con el y sabría cuando este lo necesitase.
Mientras estaba en su búsqueda trató de captar el aura de aquel demonio disfrazado de mujer, ante tantas mentes sucias le era fácil perderse pero la mayor intensidad emanaba de ella así que finalmente la ubicó por lo cual se acercó hasta llegar a su lado manteniendo la mirada aparte-
Buen disfraz...Suficientemente atractivo para envolver la mente débil de las personas. -Mencionó hacia la chica a su lado sabiendo que esta también podía percibir su aura, después de todo eran ángel y demonio, nada difícil que uno no detectase del otro.
Mikael era un guerrero innato, percibir a aquellos seres era su especialidad y exterminarlos su labor, pero en su llegada a la tierra debía abstenerse de esto y mantenerse mas concentrado en su objetivo primordial, lo primero era encontrar a uno de estos, ahora solo necesitaba hacer contacto y buscar la información que necesitaba.
Lastimosamente no logró recibir respuesta cuando otra persona se acercó a ellos dos, aquel joven que se presentó bajo el nombre de Harry Osborn a quien rápidamente le dirigió la mirada manteniendo su serio semblante, lo que quería iniciar como una conversación de a dos, ahora era de tres, esto le obligó a omitir lo que quería discutir con aquel demonio.
Si que tienes mucho que aprender aún... No sabes con que fuerzas te estás mezclando Iren.. -Le dijo mientras seguía con la mirada a aquel demonio hasta perderle de vista por lo cual volvió la mirada con el humano- Ninguno de los presentes te respetará si actúas de esa forma, para ellos así como lo veo yo, no eres mas que un enano jugando al gangster... -Respiró profundamente- La chica te ha sacado el cuerpo, es tu fiesta, obligales a reunirse ya y no cuando ellos quieran...Quieres su respeto? demuéstralo. -Dicho esto se separó del menor para mezclarse entre las demás personas buscando nuevamente al demonio que allí se encontraba, no necesitaba estar en todo momento con Iren, aun estando separado podía mantener contacto con el y sabría cuando este lo necesitase.
Mientras estaba en su búsqueda trató de captar el aura de aquel demonio disfrazado de mujer, ante tantas mentes sucias le era fácil perderse pero la mayor intensidad emanaba de ella así que finalmente la ubicó por lo cual se acercó hasta llegar a su lado manteniendo la mirada aparte-
Buen disfraz...Suficientemente atractivo para envolver la mente débil de las personas. -Mencionó hacia la chica a su lado sabiendo que esta también podía percibir su aura, después de todo eran ángel y demonio, nada difícil que uno no detectase del otro.
Mikael era un guerrero innato, percibir a aquellos seres era su especialidad y exterminarlos su labor, pero en su llegada a la tierra debía abstenerse de esto y mantenerse mas concentrado en su objetivo primordial, lo primero era encontrar a uno de estos, ahora solo necesitaba hacer contacto y buscar la información que necesitaba.
Lastimosamente no logró recibir respuesta cuando otra persona se acercó a ellos dos, aquel joven que se presentó bajo el nombre de Harry Osborn a quien rápidamente le dirigió la mirada manteniendo su serio semblante, lo que quería iniciar como una conversación de a dos, ahora era de tres, esto le obligó a omitir lo que quería discutir con aquel demonio.
Invitado
IIIIIIIVV
Invitado
Re: [Abierto] Reclutando moralidad alternativa
Observó como el mayor le servía un trago, mientras más lo observaba más se preguntaba el porqué de su amistad con el viejo ¿Qué clase de amistad podría tener ese hombre Otani? De momento un aroma fuerte llegó a su nariz, lo reconoció en seguida, acónito, esa asquerosa planta que tantos cazadores utilizaban contra los de su raza, pero algo era diferente, alzó sus ojos hacia el rostro de aquel hombre y simplemente recibió el trago, debía tener cuidado con él, no se veía confiable, de alguna razón sentía que era mejor estar alerta.- Sabe quien soy ¿Estaba en los combates no? -Dijo con tranquilidad mientras daba un pequeño sorbo en su vaso, en seguida escuchó los pasos de Iren, aquella introducción a lo que sería una reunión entre diferentes autoridades entre comunidades yakuza y mafias regulares.- Dígame ¿Piensa que si Otani fuera joven estaría de acuerdo con esta clase de alianzas? No me malinterpretes, no tiene mucho que ver con que sean simples humanos, es un asunto más profundo aún. -Dejó el vaso en la mesa y suspiró antes de devolver sus ojos a los ojos del mayor.- La yakuza... -Aquella palabras que podía tener una connotación negativa para tantos era pronunciada por Malia con el mismo amor con el que se pronunciaba la palabra manada.- ...no es como otras mafias, es un círculo cerrado en el que la lealtad lo es todo, no hay forma de que los hombres de Otani puedan simplemente colaborar con alguien si no confían en él, no basta con ser el más fuerte, hay algo más que es el corazón mismo de una institución yakuza, el honor. -Luego de pronunciar aquellas palabras el aroma de la piel quemada de Iren llegó a su nariz desconcentrándola completamente de aquella conversación.
- Ven. -Sólo pronunció aquellas palabras y comenzó a caminar rápidamente siguiendo aquel aroma, si el socio de Otani la seguía o no era su elección, pero Malia debía hacer algo. Caminaba tan rápido entre las personas que de vez en cuando chocaba a algunos, pero poco le importaba. Dirigió su vista a la persona que había quemado la mano de Iren y detuvo sus pasos, miró directamente a los ojos de aquella mujer y realizó una marcada reverencia, ya había visto ese rostro antes, pero sólo en fotografías, al parecer había más de un grupo yakuza en esa reunión. Volvió a enderezar su cuerpo y continuó su caminar sin pronunciar palabra alguna. Una o dos personas la quedaron mirando sin entender, estúpidos rusos que poco y nada sabían del respeto que las mafias japonesas practicaba desde sus orígenes.
Cuando ya se encontraba cerca del humano pudo escuchar una extraña conversación, pero más que nada una frase en particular se quedó dando vueltas por su mente "...obligales a reunirse ya y no cuando ellos quieran." Aquel era un buen consejo en cualquier otra situación excepto la actual, la forma más rápida de hacer enemigos era no reconocer la autoridad de cada una de las familias allí representada, eso era lo negativo de organizar una reunión de este tipo, Iren debía tener cuidado de no ofender las sensibilidades de sus invitados. Finalmente llegó al lado del humano y sin decir nada le tomó la mano y lo sanó utilizando una de sus habilidades.- Típico de un humano... comenzar a jugar un juego antes de conocer las reglas. -Dirigió su vista a los ojos de Iren de forma seria, pero no dura. Soltó la mano ajena y lo observó de pies a cabeza, habían muchos comentarios en su mente para describir ese preciso momento, pero no tenía tiempo para pensamientos infantiles, en ese momento no había lugar para sentimientos infantiles, ni para rencores, era trabajo.- Cada uno de tus invitados representa una casa, esas casas exigen respeto, incluso si es sólo por un par de minutos ¿Crees que puedes hacerlo? -Después de decir aquello simplemente comenzó a caminar hasta uno de los ventanales, realmente no necesitaba hablar con los demás invitados sólo necesitaba observar con atención para saber quienes eran los que valían la pena y quienes estaban simplemente ocupando un espacio, al fin había notado porqué Otani la había enviado allí, esto era sólo parte del entrenamiento.
- Ven. -Sólo pronunció aquellas palabras y comenzó a caminar rápidamente siguiendo aquel aroma, si el socio de Otani la seguía o no era su elección, pero Malia debía hacer algo. Caminaba tan rápido entre las personas que de vez en cuando chocaba a algunos, pero poco le importaba. Dirigió su vista a la persona que había quemado la mano de Iren y detuvo sus pasos, miró directamente a los ojos de aquella mujer y realizó una marcada reverencia, ya había visto ese rostro antes, pero sólo en fotografías, al parecer había más de un grupo yakuza en esa reunión. Volvió a enderezar su cuerpo y continuó su caminar sin pronunciar palabra alguna. Una o dos personas la quedaron mirando sin entender, estúpidos rusos que poco y nada sabían del respeto que las mafias japonesas practicaba desde sus orígenes.
Cuando ya se encontraba cerca del humano pudo escuchar una extraña conversación, pero más que nada una frase en particular se quedó dando vueltas por su mente "...obligales a reunirse ya y no cuando ellos quieran." Aquel era un buen consejo en cualquier otra situación excepto la actual, la forma más rápida de hacer enemigos era no reconocer la autoridad de cada una de las familias allí representada, eso era lo negativo de organizar una reunión de este tipo, Iren debía tener cuidado de no ofender las sensibilidades de sus invitados. Finalmente llegó al lado del humano y sin decir nada le tomó la mano y lo sanó utilizando una de sus habilidades.- Típico de un humano... comenzar a jugar un juego antes de conocer las reglas. -Dirigió su vista a los ojos de Iren de forma seria, pero no dura. Soltó la mano ajena y lo observó de pies a cabeza, habían muchos comentarios en su mente para describir ese preciso momento, pero no tenía tiempo para pensamientos infantiles, en ese momento no había lugar para sentimientos infantiles, ni para rencores, era trabajo.- Cada uno de tus invitados representa una casa, esas casas exigen respeto, incluso si es sólo por un par de minutos ¿Crees que puedes hacerlo? -Después de decir aquello simplemente comenzó a caminar hasta uno de los ventanales, realmente no necesitaba hablar con los demás invitados sólo necesitaba observar con atención para saber quienes eran los que valían la pena y quienes estaban simplemente ocupando un espacio, al fin había notado porqué Otani la había enviado allí, esto era sólo parte del entrenamiento.
Invitado
IIIIIIIVV
Invitado
Re: [Abierto] Reclutando moralidad alternativa
No hacía mucho que se habían establecido en Moscú para buscar nuevos socios con los cuales crear lazos y expander el negocio de heroina que tenían en Corea, con el fin de armar una enorme red de drogas y apoyarse en la distribución con la que ya contaban los mafiosos de Rusia para también repartir la propia. Para ella era conveniente, puesto que más dinero para el humano eran más mimos, vestidos y gastos excesivos en la kitsune. Así que cuando Minki, su actual pareja, le ordenó vestirse para la reunión de negocios a la que asistirían, se dispuso todo el tiempo del mundo en elegir la ropa acorde a la ocasión y que la hiciera lucir maravillosa.
Luego de un par de regaños porque iban tarde, por fin habían llegado al dichoso edificio en el cual se realizaría la fiesta, por lo que su acompañante no tardó en colocar su diestra en la parte baja de la espalda de la chica, casi sobre su trasero, con tal de aparentar que ninguna discusión previa había ocurrido y se trataba de una pareja en el apogeo de su felicidad. El problema de ello, es que se estaba aburriendo demasiado con aquel tipo, necesitaba alguien nuevo con quien divertirse.
El aroma que sintió apenas entraron al departamento llamó su atención por completo, debido a que predominaba en su mayoría olor a sexo y alcohol. Había pensado que quienes follaban lo hacían en privado, pero el show era completamente público y más que llamativo, de no ser por lo idos que estaban sus participantes con tanta droga que consumieron. Ignoró a tales parejas, desviando su mirada a los invitados que aún se encontraban lúcidos mientras caminaba "guiada" por Minki, quien de un momento a otro le susurró al oído que era libre de hacer lo que quisiera mientras él debía hablar con importantes personas. Claro, no faltó la palmada sobre su trasero que la proclamaba suya, aunque todavía no confiara por completo en su fidelidad al solamente exhibirla y no dejarla participar en decisiones mayores. Por su parte, no le interesaba mientras se cumplieran sus caprichos por lo que no perdió el tiempo al acercarse a quien más llamó su atención con tal de alejarse y distraerse de semejante idiota.
Se trataba de un chico alto, con el cabello largo y unos rasgos delicados pero no por ello menos masculinos. Hablaba con una joven cerca de la mesa, por lo que aprovecharía su ubicación para acercarse a ellos y a la vez buscar un vaso de vodka. —¿Disculpa? —Se apresuró al ver a la chica salir de allí, deteniendo a quien era su objetivo en caso de que quisiera seguirla al posar una de sus manos en su brazo.— ¿Podría ayudarme? No conozco a nadie y me han dejado sola. No sabía que este lugar sería... así. —Bajó su mirada al optar por aquel papel victimario, apelando a la típica caballerosidad de la mayoría de los hombres.
Luego de un par de regaños porque iban tarde, por fin habían llegado al dichoso edificio en el cual se realizaría la fiesta, por lo que su acompañante no tardó en colocar su diestra en la parte baja de la espalda de la chica, casi sobre su trasero, con tal de aparentar que ninguna discusión previa había ocurrido y se trataba de una pareja en el apogeo de su felicidad. El problema de ello, es que se estaba aburriendo demasiado con aquel tipo, necesitaba alguien nuevo con quien divertirse.
El aroma que sintió apenas entraron al departamento llamó su atención por completo, debido a que predominaba en su mayoría olor a sexo y alcohol. Había pensado que quienes follaban lo hacían en privado, pero el show era completamente público y más que llamativo, de no ser por lo idos que estaban sus participantes con tanta droga que consumieron. Ignoró a tales parejas, desviando su mirada a los invitados que aún se encontraban lúcidos mientras caminaba "guiada" por Minki, quien de un momento a otro le susurró al oído que era libre de hacer lo que quisiera mientras él debía hablar con importantes personas. Claro, no faltó la palmada sobre su trasero que la proclamaba suya, aunque todavía no confiara por completo en su fidelidad al solamente exhibirla y no dejarla participar en decisiones mayores. Por su parte, no le interesaba mientras se cumplieran sus caprichos por lo que no perdió el tiempo al acercarse a quien más llamó su atención con tal de alejarse y distraerse de semejante idiota.
Se trataba de un chico alto, con el cabello largo y unos rasgos delicados pero no por ello menos masculinos. Hablaba con una joven cerca de la mesa, por lo que aprovecharía su ubicación para acercarse a ellos y a la vez buscar un vaso de vodka. —¿Disculpa? —Se apresuró al ver a la chica salir de allí, deteniendo a quien era su objetivo en caso de que quisiera seguirla al posar una de sus manos en su brazo.— ¿Podría ayudarme? No conozco a nadie y me han dejado sola. No sabía que este lugar sería... así. —Bajó su mirada al optar por aquel papel victimario, apelando a la típica caballerosidad de la mayoría de los hombres.
- Vestimenta:
Invitado
IIIIIIIVV
Invitado
Re: [Abierto] Reclutando moralidad alternativa
Dejó por un momento el agua correr por su cuerpo antes de cerrar la llave y salir de la ducha; aquella noche había tenido que ir de “caza” en busca del preciado líquido carmesí que sustentaba su existencia; con su sed eterna aplacada estaba de un particular buen humor, sin planes para la noche pero deseoso de remediarlo a la brevedad. Tras secarse se comenzó a vestir, deteniéndose en mitad del proceso únicamente cuando su celular profirió aquel tono característico, indicativo de que un nuevo mensaje había llegado; pese a que llevaba un tiempo en la ciudad, no mucha gente tenía su número, pues a pocos los consideraba lo suficientemente importantes como para dárselos; contempló la pantalla con una sonrisa, deslizando ágilmente sus dedos por la pantalla para responder el susodicho texto, indicando que pronto estaría ahí, decidido a hacer de aquella invitación inesperada su “panorama” nocturno.
Una vez estuvo listo y con la dirección memorizada, cogió las llaves del coche que había alquilado y salió del hotel para dirigirse al lugar de la fiesta. El frío no le molestaba del mismo modo que a los humanos, menos aún cuando su cuerpo se mantenía caliente con aquel calor robado. A penas ingresó al lugar indicado notó que el ambiente era muy diferente al del club en que se había topado con Malia por vez primera, esperaba fuera un indicativo de que todo terminaría de forma diferente y que no tuvieran que abrirse camino a puñetazos entre una “horda” de lobos cabreados.
Aquel departamento hacía saltar a la vida a sus agudos sentidos; diversos olores se mezclaban en el aire, produciendo un familiar aroma cuyos componentes distinguía a la perfección y su mente los clasificaba con pericia; podía oír fácilmente las conversaciones de la gente, mientras se deslizaba entre las personas, ignorando a las parejas que estaban en el suelo o desperdigadas por ahí; espectáculos como aquel realmente no le molestaban, había visto e incluso hecho cosas peores por lo que ni siquiera eran dignos de su atención.
Estiró el cuello, barriendo el lugar con la mirada en busca de quien lo había invitado, hasta que la divisó junto a una gran mesa, conversando calmadamente con otra persona; se aproximó a ella con una sonrisa, aunque sin estar lo suficientemente cerca como para ser notado por ella, ya que antes de poder saludar el “anfitrión” se dirigió a todos; le dio una breve mirada evaluadora, sin darle mayor importancia, simplemente esperando a que terminara de hablar para dirigirse a la loba y su “acompañante”. Sin embargo, cuando el “discurso” terminó y regresó su mirada a la loba, la vio en movimiento; no se molestó en aproximarse todavía, deseando ver que pretendía hacer; la siguió con la mirada, procurando mantenerse lo bastante cerca como para oírla hablar; ya conocía su voz, por lo que diferenciarla de entre las demás era sencillo; solo una vez estuvo junto a un ventanal, más sola esta vez, se aproximó a ella. -Lamento la demora, Malia. – Dijo a modo de saludo al llegar a su lado, el tono era alegre pero la mirada algo seria, ya había oído lo suficiente para confirmar que, de hecho el ambiente podría ser peligroso, más incluso que lo que había sucedido aquel día en el club. -¿Pasa algo malo? Luces algo seria. – No sabía bien que papel desempeñaba ella en aquel entorno, pero había reconocido su mirada evaluadora sobre la gente de alrededor, y sin duda aquello escapaba de lo común.
Una vez estuvo listo y con la dirección memorizada, cogió las llaves del coche que había alquilado y salió del hotel para dirigirse al lugar de la fiesta. El frío no le molestaba del mismo modo que a los humanos, menos aún cuando su cuerpo se mantenía caliente con aquel calor robado. A penas ingresó al lugar indicado notó que el ambiente era muy diferente al del club en que se había topado con Malia por vez primera, esperaba fuera un indicativo de que todo terminaría de forma diferente y que no tuvieran que abrirse camino a puñetazos entre una “horda” de lobos cabreados.
Aquel departamento hacía saltar a la vida a sus agudos sentidos; diversos olores se mezclaban en el aire, produciendo un familiar aroma cuyos componentes distinguía a la perfección y su mente los clasificaba con pericia; podía oír fácilmente las conversaciones de la gente, mientras se deslizaba entre las personas, ignorando a las parejas que estaban en el suelo o desperdigadas por ahí; espectáculos como aquel realmente no le molestaban, había visto e incluso hecho cosas peores por lo que ni siquiera eran dignos de su atención.
Estiró el cuello, barriendo el lugar con la mirada en busca de quien lo había invitado, hasta que la divisó junto a una gran mesa, conversando calmadamente con otra persona; se aproximó a ella con una sonrisa, aunque sin estar lo suficientemente cerca como para ser notado por ella, ya que antes de poder saludar el “anfitrión” se dirigió a todos; le dio una breve mirada evaluadora, sin darle mayor importancia, simplemente esperando a que terminara de hablar para dirigirse a la loba y su “acompañante”. Sin embargo, cuando el “discurso” terminó y regresó su mirada a la loba, la vio en movimiento; no se molestó en aproximarse todavía, deseando ver que pretendía hacer; la siguió con la mirada, procurando mantenerse lo bastante cerca como para oírla hablar; ya conocía su voz, por lo que diferenciarla de entre las demás era sencillo; solo una vez estuvo junto a un ventanal, más sola esta vez, se aproximó a ella. -Lamento la demora, Malia. – Dijo a modo de saludo al llegar a su lado, el tono era alegre pero la mirada algo seria, ya había oído lo suficiente para confirmar que, de hecho el ambiente podría ser peligroso, más incluso que lo que había sucedido aquel día en el club. -¿Pasa algo malo? Luces algo seria. – No sabía bien que papel desempeñaba ella en aquel entorno, pero había reconocido su mirada evaluadora sobre la gente de alrededor, y sin duda aquello escapaba de lo común.
Alshan
Habilidades & Items
.:
IIIIIIIVV
Habilidades & Items
.:
Re: [Abierto] Reclutando moralidad alternativa
Gracias por el consejo y puedes tutearme con confianza no soy un anciano para que me hables de usted y mucho menos tengo la mente tan cerrada como para seguir códigos de educación de nuestros antepasados, después de todo vivimos pleno siglo XXI – esbozó su típica sonrisa de “amabilidad” que poseía – entonces, espero que disfrutes de la noche- hizo una leve reverencia bastante hipócrita y notó que la joven se acercaba demasiado, sintió que le quemaba la piel de la mano con el cigarrillo que sostenía entre los dedos, sin embargo, a pesar del dolor no hizo absolutamente nada se quedó parado esperando que la fémina se perdiera entre los invitados, le limpió la ceniza de la piel lastimada y observó la pequeña marca que le había dejado, se llevó la mano a los labios y se la lamió para menguar el ardor.
Dime qué raza es- habló sin ponerle demasiada importancia a las demás palabras del ángel, la actitud que aquella mujer había tomado para con él delataba mucho su naturaleza, y aquello se debía de que entre los mafiosos humanos se respetaban incluso si uno era “nuevo” nunca se podía saber las totales conexiones del principiante.
Cosideraba que no había hecho nada grave como para recibir aquel trato, no existía un motivo real como para ofenderse o actuar de aquella manera tan infantil como lo había hecho la yakuza, sobretodo comportarse de esa forma con el anfitrión de la velada; debía estar muy segura de sí misma, con esa actitud altanera y caprichosa podía intuir que era de un sobrenatural por el simple hecho de que la mayoría se creían superiores a los seres humanos, con algunas experiencias había aprendido que los amantes de Gaia eran un poco más accesibles y menos pedantes pero en general la supremacía era algo que los caracterizaba al menos Iren así los identificaba a todos.
Además de que en ese preciso momento el ángel había pronunciado palabras claves “No sabes con que fuerzas te estás mezclando Iren” era más que obvio.
- No tengo que obligar a nadie a reunirse, Mikael, si ella solo quiere disfrutar, que lo haga, nadie es realmente indispensable y al mismo tiempo todos son útiles- contestó abandonando la mirada que había mantenido en aquella chica para voltearse hacia el ángel- ¿Es muy importante el respeto para ti, cierto? – sonrió divertido- vaya ironía, los humanos se preocupan por ganarse respeto de los demás, es algo que les importa mucho, más que cualquier cosa, y al fin de cuentas a los sobrenaturales parece gustarles también, son tan humanos como nosotros o tal vez incluso más- no pudo evitar reír ante la situación – Anda ve y relájate un rato- le dijo a su protector cuando este se alejaba.
Chasqueó la lengua y negó con la cabeza aún observando la herida
- Aún así creo que es sexy, me excita- dijo para si mismo sonriendo de lado, cuando alzó la mirada se encontró con la de una persona que definitivamente no esperaba a que fuera a pesar de haberla invitado, sin embargo, se alegró bastante en verla, en escuchar su voz
- Me alegra que hayas venido- comentó mientras veía como la contraria le curaba – Te ves hermosa
No contestó nada ante la sugerencia de la fémina, se limitó a dedicarle una sutil sonrisa, notó que la joven se alejaba a un ventanal y ni tarde ni perezoso la siguió, la tomó del brazo y sin importar si alguien la acompañaba o no, la jaló hacía él y la abrazó con fuerza aferrándose a ella
- Más tarde, después de que termine asuntos de trabajo, necesito hablar contigo- le susurró al oído para luego robarle un beso en esos hermosos y suaves labios.
Dime qué raza es- habló sin ponerle demasiada importancia a las demás palabras del ángel, la actitud que aquella mujer había tomado para con él delataba mucho su naturaleza, y aquello se debía de que entre los mafiosos humanos se respetaban incluso si uno era “nuevo” nunca se podía saber las totales conexiones del principiante.
Cosideraba que no había hecho nada grave como para recibir aquel trato, no existía un motivo real como para ofenderse o actuar de aquella manera tan infantil como lo había hecho la yakuza, sobretodo comportarse de esa forma con el anfitrión de la velada; debía estar muy segura de sí misma, con esa actitud altanera y caprichosa podía intuir que era de un sobrenatural por el simple hecho de que la mayoría se creían superiores a los seres humanos, con algunas experiencias había aprendido que los amantes de Gaia eran un poco más accesibles y menos pedantes pero en general la supremacía era algo que los caracterizaba al menos Iren así los identificaba a todos.
Además de que en ese preciso momento el ángel había pronunciado palabras claves “No sabes con que fuerzas te estás mezclando Iren” era más que obvio.
- No tengo que obligar a nadie a reunirse, Mikael, si ella solo quiere disfrutar, que lo haga, nadie es realmente indispensable y al mismo tiempo todos son útiles- contestó abandonando la mirada que había mantenido en aquella chica para voltearse hacia el ángel- ¿Es muy importante el respeto para ti, cierto? – sonrió divertido- vaya ironía, los humanos se preocupan por ganarse respeto de los demás, es algo que les importa mucho, más que cualquier cosa, y al fin de cuentas a los sobrenaturales parece gustarles también, son tan humanos como nosotros o tal vez incluso más- no pudo evitar reír ante la situación – Anda ve y relájate un rato- le dijo a su protector cuando este se alejaba.
Chasqueó la lengua y negó con la cabeza aún observando la herida
- Aún así creo que es sexy, me excita- dijo para si mismo sonriendo de lado, cuando alzó la mirada se encontró con la de una persona que definitivamente no esperaba a que fuera a pesar de haberla invitado, sin embargo, se alegró bastante en verla, en escuchar su voz
- Me alegra que hayas venido- comentó mientras veía como la contraria le curaba – Te ves hermosa
No contestó nada ante la sugerencia de la fémina, se limitó a dedicarle una sutil sonrisa, notó que la joven se alejaba a un ventanal y ni tarde ni perezoso la siguió, la tomó del brazo y sin importar si alguien la acompañaba o no, la jaló hacía él y la abrazó con fuerza aferrándose a ella
- Más tarde, después de que termine asuntos de trabajo, necesito hablar contigo- le susurró al oído para luego robarle un beso en esos hermosos y suaves labios.
- Orden de Posteo:
Kim Iren
Leah Prince
Andras
Dimitri
Harry Osborn
Mikael
Malia
Hyunah
Alshan
Invitado
IIIIIIIVV
Invitado
Re: [Abierto] Reclutando moralidad alternativa
Al parecer a su jefe no le alegraba mucho la situación que allí se vivía pero tampoco es como si a ella le pasara lo contrario pues realmente solo quería ver al tío ese, meterle un tiro y dar por terminada la noche sin embargo ahora que su jefe estaba ahí debería cambiar ligeramente los planes, el chico no conocía demesiada personas aquí pues estaba que segura que los socios del padre de él estaban aquí. Pestañeó varias veces mirando hacia donde Harry le había dicho, se encontró con la bella asiatica con pinta de ruda -Es una yakuza- dijo sin titubear pues no la conocía y ella conocía a cada miembro de la hermandad rusa y de la tríada que había al menos en su país.-No recuerdo su nombre -dijo con total tranquilidad como si eso no fuera un problema -pero puedes presentarte- Elevó su mano dando algunas palmadas en el hombro del menor -Sin embargo, si lo haces debes demostrar que la respetas... aunque tal vez no lo hagas - Alzó sus hombros pues era lo que ella misma hacía, de ese salón nadie se había ganado su respeto pero todos ellos, por alguna razón, se creían que lo merecían, claro que el de ella y de cualquiera que pisara el planeta tierra.
Cuando el Jovén osborn se marchó, Leah se quedó pegada en su lugar mirando como interectuaba con la chica y el hombre más alto con rostro solenme, el no necesitaba que ella estuviera pegada a él como goma de mascar todo el tiempo pero si que le cuidara la espalda y a decir verdad con su puntería le sería demasiado fácil que, al intentar, algo eliminar a quienes atentaran contra el joven señor. Sacó su atención de ese extraño trío cuando una parejita muy caliente se puso detrás de ella, giró su rostro para mrar a el hombre y su prostituta de turno pero como no le hicieron caso decidió moverse hacia uno de los ventanales y tomar asiento claro que sin nunca perder la vista de a quien debía proteger.
Dejó escapar un suspiro de aburrimiento, al parecer aquel mafioso que tanto esperaba no iría pero si fue el hijo mayor de su cuarto matrimonio, estaba segura de que no quería involucrar a nadie más en su disputa personal con aquel hombre pero si lo analizaba fríamente, ella no tenía nada que ver en la disputa de ese hombre y su padre de igual forma fue ella quien terminó en el medio de un bosque con una herida en el hombro. Ladeó su cabeza observando al muchacho, cabello negro, tez blanca y ojos azules, no era feo pero no tenía una belleza extraordinaria tampoco y a juzgar por como había pasado de ella no la conocía lo que la hizo sonreir, si lograba alejarlo de sus matones podría hacer algo y de paso calmar un poco su sed de sangre.
Volvió a observar a Osborn, ahora era él quien tenía su prioridad despues de todo era su guarda espalda y siempre se podía crear una confusión donde ella obtuvieralo que deseaba porque al final era ella quien reiría a lo último. ajustó su chaqueta de cuero y se aseguro de que el corto vestido aún tapara sus armas. Claro que no había faltado algún tipo que hubiera tenido el atrevimiento de acercarse para coquetear, cosa que no le hizo mucha gracia y los mando al diablo, aún era temprano por lo que se tendría que comer el aburrimiento.
Cuando el Jovén osborn se marchó, Leah se quedó pegada en su lugar mirando como interectuaba con la chica y el hombre más alto con rostro solenme, el no necesitaba que ella estuviera pegada a él como goma de mascar todo el tiempo pero si que le cuidara la espalda y a decir verdad con su puntería le sería demasiado fácil que, al intentar, algo eliminar a quienes atentaran contra el joven señor. Sacó su atención de ese extraño trío cuando una parejita muy caliente se puso detrás de ella, giró su rostro para mrar a el hombre y su prostituta de turno pero como no le hicieron caso decidió moverse hacia uno de los ventanales y tomar asiento claro que sin nunca perder la vista de a quien debía proteger.
Dejó escapar un suspiro de aburrimiento, al parecer aquel mafioso que tanto esperaba no iría pero si fue el hijo mayor de su cuarto matrimonio, estaba segura de que no quería involucrar a nadie más en su disputa personal con aquel hombre pero si lo analizaba fríamente, ella no tenía nada que ver en la disputa de ese hombre y su padre de igual forma fue ella quien terminó en el medio de un bosque con una herida en el hombro. Ladeó su cabeza observando al muchacho, cabello negro, tez blanca y ojos azules, no era feo pero no tenía una belleza extraordinaria tampoco y a juzgar por como había pasado de ella no la conocía lo que la hizo sonreir, si lograba alejarlo de sus matones podría hacer algo y de paso calmar un poco su sed de sangre.
Volvió a observar a Osborn, ahora era él quien tenía su prioridad despues de todo era su guarda espalda y siempre se podía crear una confusión donde ella obtuvieralo que deseaba porque al final era ella quien reiría a lo último. ajustó su chaqueta de cuero y se aseguro de que el corto vestido aún tapara sus armas. Claro que no había faltado algún tipo que hubiera tenido el atrevimiento de acercarse para coquetear, cosa que no le hizo mucha gracia y los mando al diablo, aún era temprano por lo que se tendría que comer el aburrimiento.
Invitado
IIIIIIIVV
Invitado
Re: [Abierto] Reclutando moralidad alternativa
Su mal humor era evidente, los rusos jamás tendrían ni la menor idea de lo que era el honor o el respeto, quizás era porque hasta un mocoso como él podría ganar un puesto sin golpear a nadie. Esa era la diferencia entre los rusos y los Yakuza, los últimos se ganaban sus puestos a punta de golpes para demostrar que no tenías una oficina de bonito, sino que te la habías ganado, si no eras el más fuerte ¿cómo ibas a mandar o proteger al resto de tus seguidores? Ella se había ganado el privilegio de que le dijeran Aniki, ella se había ganado sus hordas cuando estaba en el infierno. Tomó su vaso de Whisky y lo bebió de una sola vez, estaba molesta porque había perdido un cigarrillo, estúpido viejo que no sabía enseñarle a sus subordinados cómo ser competentes.
Hasta ese momento había hecho caso omiso al ángel que sabía estar en el lugar, aquello no hacía diferencia en la fiesta, pues a Andras le importaban otras cosas esa noche, como la chica que vio pasar, esa pequeña niña que le hizo una reverencia. Una sonrisa torcida se formó en sus labios, complacida deslizó su lengua sobre sus suaves dientes perfectamente pulidos y moduló sólo una palabra que sabía bien la mujer entendería, "Konbanwa" y siguió su camino entre los asistentes. Llegó hasta la mesa donde buscó más alcohol, algo que le llamara la atención estaría bien, no era muy exigente cuando su mal humor era desmedido. No tardó mucho en escuchar otra voz dirigida a ella, sin embargo este era un hombre que le había dirigido la palabra con una venia que le complacía, así que escuchó sus palabras con atención que se había ganado al dirigirse al demonio de esa forma. Ese, como el comportamiento de la niña, sí le parecía digno del código del barrio bajo.- Un gusto conocerle, señor Osborn... -Lo observó de pies a cabeza analizando el cuidado que tenía con Andras, quizás la quemadura de Kim fue una señal de alerta para otros y eso no le molestaba- ¿En qué puedo ayudarlo?
La calma duró poco, su ceño volvió a fruncirse al ser interrumpida en la importante conversación con el hombre frente a ella, giró levemente la cabeza para poder ver de reojo quién había sido el inútil que le hablaba de esa forma y, por la forma de vestir y hablar, supuso que era uno de los subordinados de Iren, un ángel que seguía al humano. Volvió a observar a Osborn y sonrió como si todo fuese una mala broma- Si fuera uno de mis subordinados lo hubiese golpeado frente a todos por hablar de esa forma, más aun por interrumpir conversaciones de sus superiores -Le comentó a Harry hablando desde la perspectiva de su código Yakuza, luego observó el vaso lleno de alcohol recién servido con algo de decepción, sería complicado encontrar gente nueva con la cual hacer negocios si ni siquiera podía hablar como era debido.- A mis chicos les enseño a hablar, a pelear y a respetar a sus mayores, además de contratar profesores particulares que los eduquen a ellos y a sus hijos. ¿En Rusia no hacen eso? -Le preguntó a Harry para luego beber un poco, ignorando por completo al ángel.
Hasta ese momento había hecho caso omiso al ángel que sabía estar en el lugar, aquello no hacía diferencia en la fiesta, pues a Andras le importaban otras cosas esa noche, como la chica que vio pasar, esa pequeña niña que le hizo una reverencia. Una sonrisa torcida se formó en sus labios, complacida deslizó su lengua sobre sus suaves dientes perfectamente pulidos y moduló sólo una palabra que sabía bien la mujer entendería, "Konbanwa" y siguió su camino entre los asistentes. Llegó hasta la mesa donde buscó más alcohol, algo que le llamara la atención estaría bien, no era muy exigente cuando su mal humor era desmedido. No tardó mucho en escuchar otra voz dirigida a ella, sin embargo este era un hombre que le había dirigido la palabra con una venia que le complacía, así que escuchó sus palabras con atención que se había ganado al dirigirse al demonio de esa forma. Ese, como el comportamiento de la niña, sí le parecía digno del código del barrio bajo.- Un gusto conocerle, señor Osborn... -Lo observó de pies a cabeza analizando el cuidado que tenía con Andras, quizás la quemadura de Kim fue una señal de alerta para otros y eso no le molestaba- ¿En qué puedo ayudarlo?
La calma duró poco, su ceño volvió a fruncirse al ser interrumpida en la importante conversación con el hombre frente a ella, giró levemente la cabeza para poder ver de reojo quién había sido el inútil que le hablaba de esa forma y, por la forma de vestir y hablar, supuso que era uno de los subordinados de Iren, un ángel que seguía al humano. Volvió a observar a Osborn y sonrió como si todo fuese una mala broma- Si fuera uno de mis subordinados lo hubiese golpeado frente a todos por hablar de esa forma, más aun por interrumpir conversaciones de sus superiores -Le comentó a Harry hablando desde la perspectiva de su código Yakuza, luego observó el vaso lleno de alcohol recién servido con algo de decepción, sería complicado encontrar gente nueva con la cual hacer negocios si ni siquiera podía hablar como era debido.- A mis chicos les enseño a hablar, a pelear y a respetar a sus mayores, además de contratar profesores particulares que los eduquen a ellos y a sus hijos. ¿En Rusia no hacen eso? -Le preguntó a Harry para luego beber un poco, ignorando por completo al ángel.
Invitado
IIIIIIIVV
Invitado
Re: [Abierto] Reclutando moralidad alternativa
La actitud de la chica le parecía de lo más interesante, de alguna forma se comportaba diferente a como lo había hecho en el torneo, tal vez al fin se había dado cuenta de porqué Otani la envió a esa extraña tarea, para un líder de la yakuza era complicado elegir sus sucesores sobre todo porque cada uno de los pasos de la persona que elijan será juzgado con lupa por los demás miembros del clan, no había nada que se pudiera hacer mal, perfección o muerte, ese era el segundo código, el primero era el que bien había nombrado la chica, el honor, ese honor que parecía ser tan mal comprendido por algunas de las personas que alcanzaba a escuchar. Poco y nada tenía que ver el honor con estar en esa clase de fiesta, de hecho le agradaba mucho el escenario que había planteado el anfitrión, no era demasiado obvio como para hacer una reunión de hombres con trajes y corbatas, esa era la vieja escuela de las mafias y para bien o para mal era hora de cambios, la evolución no era una opción era una obligación y al igual que en el reino animal los que no evolucionen están destinados a la extinción.- Sé que Otani está dispuesto a trabajar con quien le planetee ideas interesantes, así que no sea tan seria, la seriedad no siempre es una virtud. -Aquello más que una respuesta era un consejo, pero antes de que pudiera decir más vio como la pequeña loba salía disparada, como si hubiese visto el diablo y se hubiera sentido en la obligación de seguirlo, escuchó como le dijo que lo acompañara y cuando comenzó a caminar cuando sintió una delicada mano en su brazo.
Un aroma familiar golpeó rápidamente su nariz, sabía perfectamente lo que aquella dama era, ya había conocido a muchos de esa raza en Japón, pero era la primera vez que veía a una Kitsune en Rusia, aquello no debía ser algo que ocurría todos los días. Bajó la vista para observar el rostro de esa mujer y la escuchó atentamente sin interrumpir.- ¿Así cómo? -Preguntó luego de oír las palabras de esa hembra.- ¿Te refieres al alcohol, las drogas o la parejas en el suelo? -Preguntó con tanta calma como si viera aquello todos los días, a decir verdad nada de eso le molestaba en absoluto, es más lo encontraba cómodo.- Además, pareces vestida precisamente para esta clase de fiesta. -Dejó salir aquella frase de sus labios sin intención de ofender a aquella chica, simplemente no tenía filtro alguno y la única persona con la que se moderaba para hablar era su hermana.- Aunque veo que puede ser un problema estar sola en un lugar en el que no conoces a nadie, si quieres puedes quedarte conmigo. -Uno de los meseros pasó por delante de ellos, Dimitri simplemente estiró la mano libre y tomó un vaso de vodka con agua tónica y una rodaja de limón, se lo acercó a la chica esperando que ella lo recibiera.- Mi nombre es Dimitri ¿Cuál es el tuyo? -Aquello no era precisamente lo que deseaba preguntar, pero se conformaría al menos con una respuesta a la vez, no quería asustar a la chica, además ella se había acercado tranquilamente, lo menos que podía hacer era corresponder esa tranquilidad.
Un aroma familiar golpeó rápidamente su nariz, sabía perfectamente lo que aquella dama era, ya había conocido a muchos de esa raza en Japón, pero era la primera vez que veía a una Kitsune en Rusia, aquello no debía ser algo que ocurría todos los días. Bajó la vista para observar el rostro de esa mujer y la escuchó atentamente sin interrumpir.- ¿Así cómo? -Preguntó luego de oír las palabras de esa hembra.- ¿Te refieres al alcohol, las drogas o la parejas en el suelo? -Preguntó con tanta calma como si viera aquello todos los días, a decir verdad nada de eso le molestaba en absoluto, es más lo encontraba cómodo.- Además, pareces vestida precisamente para esta clase de fiesta. -Dejó salir aquella frase de sus labios sin intención de ofender a aquella chica, simplemente no tenía filtro alguno y la única persona con la que se moderaba para hablar era su hermana.- Aunque veo que puede ser un problema estar sola en un lugar en el que no conoces a nadie, si quieres puedes quedarte conmigo. -Uno de los meseros pasó por delante de ellos, Dimitri simplemente estiró la mano libre y tomó un vaso de vodka con agua tónica y una rodaja de limón, se lo acercó a la chica esperando que ella lo recibiera.- Mi nombre es Dimitri ¿Cuál es el tuyo? -Aquello no era precisamente lo que deseaba preguntar, pero se conformaría al menos con una respuesta a la vez, no quería asustar a la chica, además ella se había acercado tranquilamente, lo menos que podía hacer era corresponder esa tranquilidad.
Invitado
IIIIIIIVV
Invitado
Re: [Abierto] Reclutando moralidad alternativa
Asintió una vez ante las palabras de Leah, recogiendo en su mente toda la información que ella le estaba proporcionado para que a la hora de tratar con la joven, identificada como miembro o, tal vez, como la dirigente de la Yakuza, pudiera tener una conversión de acuerdo a los estándares que eran requeridos y que ésta fluyera con simplicidad a la vez. Harry no era versado en cuestiones del bajo mundo, mucho menos había tratado anteriormente con mafias fueran del tipo que fueran así que los consejos de su guardaespaldas eran sin duda bienvenidos para él. —Gracias Leah. —Una ínfima sonrisa elevó una de sus comisuras cuando ella palmeó con ligereza su espalda para insuflarle ánimos, y no iba a negar que los necesitaba, así que respiró hondo de forma un tanto imperceptible para al segundo siguiente volver a sostener la seria e indescifrable expresión de siempre. Era hora de hablar de negocios y esperaba que la atractiva muchacha estuviera interesada en establecer una alianza con él porque si bien no se hallaba realmente cómodo en ese ambiente Harry estaba muy claro en que tener a personas que dieran la cara por ti, que te respaldaran, era importante.
El recorrido fue de escasos segundos y cuando llegó se comportó con la educación y el respeto que ella se merecía. Celebró que la joven pareció satisfecha con ello, dispuesta a entablar una conversación. —Igualmente, señorita, es un placer para mí el conocerla.—Dejó un poco al aire la pregunta implícita que se refería al nombre de la muchacha de cortos cabellos y se dedicó a escucharla preguntar. Lastimosamente, cuando Harry estaba a punto de responderle, una presencia importunó su encuentro con cierta grosería que no pudo evitar molestar bastante a Osborn. Hundió su mano derecha en el bolsillo de su pantalón y tornó a fijar la añil mirada sobre el rostro de la morena, más específicamente en sus ojos, para establecer un contacto visual directo y demostrar así que no la temía como de seguro muchos en esa fiesta hacían. Él la respetaba y de cierta forma la admiraba por su carácter así como sus maneras, por lo tanto eso fue lo que dejó ver, con sutileza, al mismo tiempo en que la escuchaba opinar sobre las formas de comportarse que se tenían en Rusia. Al menos, en lo referente a la situación presente.
Harry cabeceó en una escueta negación, optando por obrar igual que ella, ignorando al hombre que había llegado de un modo irrespetuoso. —Lamentablemente no conozco demasiado las maneras de Rusia, señorita, pues soy originario de Estados Unidos, pero debo decir que nuestra forma de hacer las cosas es más… educada.— Comentó a su pregunta. Aunque Harry no hubiera estaba cien por cien metido en los algo turbios negocios de su padre había visto muchas veces el como ellos se dirigían a él y, a su vez, como su progenitor charlaba con exquisitos modales a la hora de tratar asuntos importantes o establecer algún tipo de unión entre las distintas empresas que podían interesarle. Recordaba, también, como una vez tuvo contacto con la Yakuza y el cómo éstos valoraban en demasía la educación, el respeto y la jerarquía. —Respondiendo a su anterior pregunta que no tuve ocasión de responder, me agradaría poder hablar de negocios con usted, si me lo permite.— Su tono de voz era sereno y bastante impersonal. Algo frío pero suave al mismo tiempo pues Harry tenía muy presente que no hacía falta gritar o hablar en un tono alto para hacer oír. Por otro lado, lo que había comenzado como una velada algo salvaje estaba comenzando a presentarse como algo desbocado y sin ninguna clase de control.
El recorrido fue de escasos segundos y cuando llegó se comportó con la educación y el respeto que ella se merecía. Celebró que la joven pareció satisfecha con ello, dispuesta a entablar una conversación. —Igualmente, señorita, es un placer para mí el conocerla.—Dejó un poco al aire la pregunta implícita que se refería al nombre de la muchacha de cortos cabellos y se dedicó a escucharla preguntar. Lastimosamente, cuando Harry estaba a punto de responderle, una presencia importunó su encuentro con cierta grosería que no pudo evitar molestar bastante a Osborn. Hundió su mano derecha en el bolsillo de su pantalón y tornó a fijar la añil mirada sobre el rostro de la morena, más específicamente en sus ojos, para establecer un contacto visual directo y demostrar así que no la temía como de seguro muchos en esa fiesta hacían. Él la respetaba y de cierta forma la admiraba por su carácter así como sus maneras, por lo tanto eso fue lo que dejó ver, con sutileza, al mismo tiempo en que la escuchaba opinar sobre las formas de comportarse que se tenían en Rusia. Al menos, en lo referente a la situación presente.
Harry cabeceó en una escueta negación, optando por obrar igual que ella, ignorando al hombre que había llegado de un modo irrespetuoso. —Lamentablemente no conozco demasiado las maneras de Rusia, señorita, pues soy originario de Estados Unidos, pero debo decir que nuestra forma de hacer las cosas es más… educada.— Comentó a su pregunta. Aunque Harry no hubiera estaba cien por cien metido en los algo turbios negocios de su padre había visto muchas veces el como ellos se dirigían a él y, a su vez, como su progenitor charlaba con exquisitos modales a la hora de tratar asuntos importantes o establecer algún tipo de unión entre las distintas empresas que podían interesarle. Recordaba, también, como una vez tuvo contacto con la Yakuza y el cómo éstos valoraban en demasía la educación, el respeto y la jerarquía. —Respondiendo a su anterior pregunta que no tuve ocasión de responder, me agradaría poder hablar de negocios con usted, si me lo permite.— Su tono de voz era sereno y bastante impersonal. Algo frío pero suave al mismo tiempo pues Harry tenía muy presente que no hacía falta gritar o hablar en un tono alto para hacer oír. Por otro lado, lo que había comenzado como una velada algo salvaje estaba comenzando a presentarse como algo desbocado y sin ninguna clase de control.
Invitado
IIIIIIIVV
Invitado
Re: [Abierto] Reclutando moralidad alternativa
Sacudió la cabeza intentando pensar en otra cosa cuando de repente un aroma familiar llegó a ella, una sonrisa amplia en su rostro no se hizo esperar, porque realmente no pensaba que el mayor iba a tener tiempo para ir a esa fiesta. A penas logró verlo no pudo evitar mostrar su alegría.- ¿Qué demora? Llegaste muy rápido Alshan. -Su voz por alguna razón era casi la de una niña pequeña, hasta ese momento sentía que esa fiesta sería sólo trabajo y ya estaba cansada, sabía a quienes quería de su lado, sabía a quienes quería lejos, para ella ya había terminado la parte difícil, ahora sólo quedaba poder formar las alianzas y esa parte a la loba se le daba de maravilla, precisamente porque para formar una alianza hay que tener algo para dar a cambio de lo que se espera recibir y Malia sabía perfectamente como funcionaba aquel juego, lo había jugado muchas veces y era simple, no podía perder.- ¿Seria? ¿De verdad? No pasa nada. -Comentó al tiempo que comenzaba a acercarse al vampiro, mas antes de que pudiera hacer cualquier cosa sintió como era jalada, desvió su mirada y notó que era Iren, por lo que no opuso resistencia alguna, estaba acostumbrada a que el menos fuera así, impulsivo y algo brusco, a decir verdad nunca le había molestado en absoluto, aunque ahora que era su ex no esperaba aquello.
Respondió aquel abrazo porque realmente le tenía mucho cariño e independiente de todas las peleas Iren seguía siendo la única persona en el mundo que la había amado, eso no se borraba por el hecho de que hubiese decidido transformarse en un hijo de puta de la noche a la mañana, aunque era extraño tener que estar tan cerca de él considerando que el cuerpo del menor apestaba a perfume de prostituta barata. Estaba por decirle que se fuera a atender sus asuntos cuando sintió aquellos labios sobre los propios, por un momento se le pasó la cabeza de morderlo y partirle la boca, pero aquello hubiese sido un problema a futuro, así que sólo se quedó tranquila como si nada hubiera pasado.- De acuerdo, pero preocúpate sólo de lo tuyo, así todo saldrá bien ¿Si? -Deshizo aquel abrazo y llevó su mano derecha a acariciar el cabello del menor como esos típicos cariños que una hermana grande deja en su hermano menor, luego de eso volteó a ver a Alshan y dejó ir una risa algo incómoda.- Así que... -Por un momento se quedó sin nada que decir, odiaba las situaciones incómodas, le producían unas enormes ganas de reír y no lograba conectar pensamientos.- ¿Vamos a beber algo? -Comentó al tiempo que se acercaba al vampiro y sin aviso alguno tomaba su mano y comenzaba a caminar con él hacia una de las meseras que servía tragos.- Finge que nos persigue el demonio ¿Si? Sólo caminemos sin mirar atrás. -Bromeó con el mayor al tiempo que soltaba su mano y tomaba dos vasos de vodka, le entregó uno a Alshan y sonrió amplio.- Hueles ligeramente a sangre, déjame adivinar ¿Hoy saliste a cazar? -Tal vez estaba equivocada con respecto a la cacería, pero sus sentidos no mentían, el mayor tenía olor a sangre humana, puede que para todos fuera casi imperceptible, mas Malia podía confiar ciegamente en sus sentidos agudizados.
Respondió aquel abrazo porque realmente le tenía mucho cariño e independiente de todas las peleas Iren seguía siendo la única persona en el mundo que la había amado, eso no se borraba por el hecho de que hubiese decidido transformarse en un hijo de puta de la noche a la mañana, aunque era extraño tener que estar tan cerca de él considerando que el cuerpo del menor apestaba a perfume de prostituta barata. Estaba por decirle que se fuera a atender sus asuntos cuando sintió aquellos labios sobre los propios, por un momento se le pasó la cabeza de morderlo y partirle la boca, pero aquello hubiese sido un problema a futuro, así que sólo se quedó tranquila como si nada hubiera pasado.- De acuerdo, pero preocúpate sólo de lo tuyo, así todo saldrá bien ¿Si? -Deshizo aquel abrazo y llevó su mano derecha a acariciar el cabello del menor como esos típicos cariños que una hermana grande deja en su hermano menor, luego de eso volteó a ver a Alshan y dejó ir una risa algo incómoda.- Así que... -Por un momento se quedó sin nada que decir, odiaba las situaciones incómodas, le producían unas enormes ganas de reír y no lograba conectar pensamientos.- ¿Vamos a beber algo? -Comentó al tiempo que se acercaba al vampiro y sin aviso alguno tomaba su mano y comenzaba a caminar con él hacia una de las meseras que servía tragos.- Finge que nos persigue el demonio ¿Si? Sólo caminemos sin mirar atrás. -Bromeó con el mayor al tiempo que soltaba su mano y tomaba dos vasos de vodka, le entregó uno a Alshan y sonrió amplio.- Hueles ligeramente a sangre, déjame adivinar ¿Hoy saliste a cazar? -Tal vez estaba equivocada con respecto a la cacería, pero sus sentidos no mentían, el mayor tenía olor a sangre humana, puede que para todos fuera casi imperceptible, mas Malia podía confiar ciegamente en sus sentidos agudizados.
Invitado
IIIIIIIVV
Invitado
Temas similares
» [[ ABIERTO || BORED ]]
» Abierto — ¿Una partidita?
» A murdered sin [Abierto]
» Exercise.- Abierto:
» (Abierto) ----Speed
» Abierto — ¿Una partidita?
» A murdered sin [Abierto]
» Exercise.- Abierto:
» (Abierto) ----Speed
Página 1 de 1.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
Dom Jun 28, 2015 7:53 am por Shimazaki
» REGISTRO DE PERSONAJE APROBADO.
Dom Jun 28, 2015 6:02 am por Anne Rice
» [[ ABIERTO || BORED ]]
Vie Jun 26, 2015 9:01 am por Dyel DankWorth
» [PRIVADO/NATHAN] EXPRESO DE MEDIA NOCHE.
Jue Jun 25, 2015 6:06 pm por Chase Summers
» [[ Privado || You are here! || Nicolas Langley ]]
Jue Jun 25, 2015 4:54 pm por Nicholas Langley
» [Abierto // ¿Un sueño? // Necesito alimento ]
Mar Jun 23, 2015 5:14 pm por Gerun Baid
» Movil de Eidan
Miér Jun 17, 2015 1:57 am por Eidan Gallagher
» REGISTRO DE MÓVIL >>
Miér Jun 17, 2015 1:52 am por Eidan Gallagher
» Movil de Jared
Miér Jun 17, 2015 1:43 am por Jared Stone
» REGISTRO DE AUSENCIA
Sáb Jun 13, 2015 4:56 am por Yamamoto [Shiro]
» [Privado | Kasha Dien & Haruka | Curiosity can be dangerous]
Jue Jun 11, 2015 8:11 pm por Kasha Dien
» [Privado - Sébastien] Kakitama-Jiru かきたま汁 Mr.Hungry.
Miér Jun 10, 2015 4:44 am por Sébastien
» REGISTRO DE PUNTOS.
Dom Jun 07, 2015 8:56 pm por Haruka
» [Cerrado] Do You Believe In Magic.
Sáb Jun 06, 2015 6:40 pm por Adam Summers