[Privado/Samantha] Encuentro fortuito

por **Alshan** Jue Ene 08, 2015 5:05 am

07 de enero del 2014; las 11 PM aproximadamente.

Era mi segundo día en la ciudad, o más bien, noche; la estadía estaba resultando ser de lo más interesante, llena de sorpresas que no me hacían sino especular que sería lo siguiente; una parte de mi temía el devenir de los próximos días, pues si algo había aprendido era que, cuando todo iba bien en mi vida, la mano del destino con su cruel sentido cósmico de la oportunidad, no tardaba en hacer su abrupta aparición, cual lluvia que irrumpía en un soleado día, tiñendo el cielo de nostálgicos tonos y empapando los sueños de un feliz futuro. Claro tal vez era la paranoia la que hacía surgir aquellos pensamientos, por lo que, con una sacudida de cabeza me los quité de encima, enfocando una vez más mi mirada en la fría calle.

Aún no conocía la ciudad, en absoluto, por lo que andar algo perdido no era una sorpresa; mi objetivo había sido dirigirme a uno de los clubs locales, porque en aquellos lugares en que la noche cobraba vida, llenándose con el movimiento y el calor de los cuerpos bailando, dispersando por las salas los diversos aromas que de ellos manaban; allí era donde estaba, por ponerlo de algún modo, en mi ambiente. Sin embargo, y a pesar de que había pedido direcciones más temprano, terminé en una serie de callejones intrincados sin saber del todo como acabé ahí; reduje el paso, intentando decidir que camino tomar, pero algo me detuvo; gritos que hacían eco al revotar con las paredes de los inmuebles que llenaban la mayor parte del espacio libre, reduciendo las calles a meros senderos; fue gracias a mis sentidos más desarrollados que los de un simple mortal, que encontrar la fuente de aquellos sonidos fue fácil; me dirigí hacia ellos, casi deslizándome.

En la esquina de un callejón particularmente oscuro, vi a una anciana luchando por mantener en su posesión la cartera que un hombre joven, con insistencia, le intentaba arrebatar; una sonrisa depredadora curvó mis labios, mientras rápidamente y de manera sorpresiva lanzaba un golpe al hombre, logrando que liberara la “presa” que tenía sobre las pertenencias de la mujer mayor; lo sujeté contra la pared con una mano, mientras oía el rápido agradecimiento de la anciana que, sorprendentemente, demostró más inteligencia y astucia de la que le había atribuido, marchándose con rapidez; el detestable sujeto llevó sus dos manos a la mía, intentando que liberara su garganta para permitirle respirar, pero no cedí ni un centímetro; el podría empujar y empujar toda la noche si se lo permitía, pero no lograría que me moviera ni un centímetro; no pretendía que se desmayara, solo buscaba que el miedo se colara por entre la adrenalina de la lucha y llenara su sangre con aquel sabor peculiar que le daba un gusto aún más exquisito. -Ahora tu, mi miserable intento de depredador, te convertirás en mi cena temprana. –Le di una amplia sonrisa, revelando no solo mi blanca dentadura, sino los colmillos extendidos, mientras liberaba su cuerpo, dándole la fugaz sensación de seguridad, nacida del pensamiento de que tal vez lograría escapar; sin embargo, en cuanto hiciera un movimiento, atacaría con ferocidad, aunque no le pondría fin a su miserable existencia, pues “accidentes” como esos hacían más difícil el sobrevivir; solo esperaba que nadie se aproximara pues no se toparía con un bonito espectáculo; era algo bueno que incluso en una ciudad tan llena de gente, hubiera lugares que no eran muy frecuentados.