[Abierto / Leah +18] Una fantasia gore.

Cada lugar tiene una historia, cada historia tiene un relato, ya sean tristes, alegres, desafortunados, bizarros, asquerosos  e incluso violentos. Cada uno tiene algo que contar. El antiguo teatro era un lugar de distracción para muchas personas, actores, actrices... Marionetistas, bailarinas, cada un hacía sus presentaciones en este lugar, sin embargo también tenía sus pequeños secretos, incluso luego de la desgracia que le llevo a ser el "Antiguo teatro"

-En aquel entonces solo se encontraba de paso, solo observo la parte superficial del lugar, era solo un reconocimiento, había jurado ver a alguien moviendo unos pequeños hilos, sin embargo no le presto a ello, se lo dejó a la imaginación. Lo que si era cierto, es que de seguro iba a volver a aquel lugar abandonado.-

-Los días habían pasado y una llamada llamó su atención, le habían pedido volver al lugar que había visitado con anterioridad, así que no tardó en alistarse y salir de su departamento al sitio fijado, Kadykchan. Siempre acostumbraba a caminar, ello hacía que se tomara su tiempo para llegar a los lugares que quería ir, bueno... Al menos no le esperaba nadie en aquel lugar. Sin embargo aquella figura que habia llamado su atenció era su única preocupación en ese momento.-

-Luego de un corto tiempo llego a Kadykchan, y también al antiguo teatro. Observo el lugar en mal estado, derrumbado y desmonorado, el pasto seco, la edificación con pequeñas grietas que eran visibles incluso a lo lejos  el hierro oxidado y misteriosamente nublado en aquel lugar lo que le hacía un tanto tenebroso. Ignorando todo lo que una persona común y corriente temería, caminó hasta adentrarse al lugar luego de abrir el par de puertas de madera  que parecía que estuvieran deboradas por termitas..-

-El lugar estaba oscuro, solo era iluminado por la tenue luz que era reflejada a través del cielo nubloso, eso no era problema para su vista, sin embargo en cierto modo era algo molestoso. Entonces una misteriosa luz se encendió en el centro del escenario, y en este un par de tablas en forma de cruz, manchada de un color carmesi que seguramente era de la persona que se encontraba crucificada. Las palmas de sus manos estaban clavadas por grandes estacas de madera al igual que sus pies, su cuerpo presentaba sintumas de tortura que incuso a lo lejos se notaba y una lanza clavada en su corazón.  La parte superior de su torso estaba atado a la madera con un alambre de puas clavados al cuerpo que se encontraba cortado a la mitad. Decapitado y de la misma manera que el torso la cabeza estaba sostenida de igual manera, sus brazos igual ya que la parte de las muñecas se encontraban divididas del antebrazo.- Una hermosa vista si lugar a dudas... ¿Que más sigue? -Cuestiona curioso observando el cadaver que se encontraba a lo lejos y frente de él.-

Últimamente sus días habían pasado de un ir venir contanste cada vez que  el joven Osborn le daban un tiempo libre, Leah volvía a Kadykchan por más victima a la que torturar, siempre enemigos de su familia pues no se sabía nada de sus pequeños primos porque a pesar de todo  le serviría aunque sea hayar los cuerpos o una parte de ellos al menos.

Siempre entraba por la parte de atrás del viejo edificio donde dos de sus hombres la recibían con un saludo de mano y la acompañaban hasta donde cualquier miembro de su familia pero esta vez solo le recibieron las cabeza de los soldados y un piso lleno de sangre. Con cautela y destreza saco su arma del cinturón y caminó por el piso de madera sin hacer ruido, manteniendose alerta por si algún enemigo  había quedado  por allí. 

Un escalofrío recorrío su espina dorsal cuando al subir por una escalera  sus zapatos se hundieron en la sangre quien quiera que fuera el asesino era un sádico y algunos nombres se le vinieron a la mente y todos ellos eran personas  a las que de lo posible Leah no se quería enfrentar y menos sola porque si ella se sabía cruel pero si eran quien su mente se figuraba eran peor que ella, disfrutaban el dolor el como el aliento de vida se extinguia en la personas sin embargo para ella lopeor de todo era que aquellos hombres no lo hacían por dinero sino por el placer de matar en si. 

El camino que siguió por donde habían estados los camerinos no mostraba un pasaje muy alentador,  en especial por los intentinos colgados y las extremidades regadas por el suelo, le dió ganas de vomitar al ver como las moscas y los gusanos se amontanaban sobre unos dedos por lo que decidió seguir caminando, no es que fuera impresionable de hecho se había encontrado con este panorama varias veces  y estaba como acostumbrada pero los insector eran lo que le revolvía el estomágo. 

Lo que se encontró en el escenario fue impactante, aquel cuerpo crucificado que parcía querer desprenderse de la cruz por ser sostenido sobre su propio peso contra los clavos, su estomago dio un vuelco pero no quedó alli siento algo molverse, giró rapidamente y tiró del gatillo sin pensar.

Cada instante que pasaba en aquel lugar admiraba aquella forma macabra en la que se encontraba la persona crucificada... Pero sin duda alguna faltaba un detalle, Abaddón como el rey de la destrucción siempre le intereso la manera cruel en que los mismos humanos se mataban entre sí, no debía intervenir en nada... Al final, ellos solo se autodestruiran.- Oh... Ya se! Una espada en su cabeza... Sería un bonito adorno. -Inquiere mientra posaba la parte baja de su mano empuñada en la palma de la contraria.-

-Dio un par de vueltas  al lugar, los asientos estaban manchados de sangre al igual que el suelo... Y si la alfombra estaba teñida de un color carmesí, esta fue remarcada por el color de la sangre. Pudo notar unos cuantos miembros regados y tirados, aquello sencillamente fue una masacre, pero más importante ¿Quien? Volvió al lugar al que se había encontrado inicialmente y la misteriosa luz aun seguía encendida sobre el cuerpo crucificado.-

-Pudo escuchar un ruido proveniente de la parte trasera del lugar, sin embargo no movio ni un solo dedo, solo se encontró ahí, observando cuando aquella persona llegó le observo, una chica, quizás un tanto impactada, lo extraño es que la última vez que se habia encontrado en el lugar no había nadie... Debía ser muy valiente para encontrarse en ese sitio sola.-

-Se mantuvo expentante y alerta, quizás pareciera alguien normal... Pero desde que había llegado a Moscú la palabra "Normal" perdió su completo sentido. Se mantuvo atento enarcando una ceja y al momento en que accionó el arma por un instante todo se volvió lento. Inclinó un poco el cuello de manera que la bala pasara a un lado dejando un corto roce en su mejilla.- Ese es un buen recibimiento... -Inquiere con suave voz mientras da un corto paso adelante recortando la distancia entre ambos.-

¿A que se debe tal manera de recibir a las personas? -Cuestiona curioso y da un segundo paso volviendo a recortar la distancia entre ambos cuerpos. Una sonrisa apareció en los labios del demonio, en el segundo paso que dio pisó uno de los miembros regados, este expulsó un extraño liquido mezclado con la sangre, era verde, asqueroso por así decirlo y los pequeños insectos comenzaron a dar vuelo. Su mirada se mantuvo fija en su nueva acompañante que al parecer había tomado una acción medio desesperada... ¿O fue instinto quizás?

Si algo es que  la Mercenaria sabía es que a aveces era mejor disparar primero y preguntar después pues podía ser de vida o muerte pero en algunos caso como este, te decían si estabas enfrentando un humano o cualquier otra cosa que disfrtuba ver como los de su especie morían pues si el hombre frente a ella hubiera sido un hombre, la bala habría impactado directamente en su boca y salido por la cabeza, en vez de eso solo tenía aquel hilo carmesí recorriendo su mejilla. Frunció su ceño. 

-¿Quien eres? -No le importó mucho que lo que él tuviera que decir y tampoco fuera que bajo su arma, a medida que se acarcaba mantenía su beretta a la altura de su frente, dejando que el cañón caliente le tocara en la frente. claro que mirandole fijo a los ojos para que no creyera que le tenía miedo por más que lo sintiera y sin importar la raza o ente que fueran disfrutaban viendo el terror de las personas y eran mas que nada un juguete. 

¿Por qué hiciste esto? -Su voz era demandante, que supiera que no temería tirar del gatillo, que le daría pelea si aquello se necesitase pues todos los muertos en aquel teatro eran sus hombres, el brazo el cual el acababa de pisar era de uno de sus soldados y merecían al menos venganza, estaba decidida y podría ser que le costara pero al final era Leah quien siempre reia al último.

-Su mirada aun se encontraba fija en la chica, en aquellos orbes que por mas que quisiera ocultar el miedo lo podía ver a través de estos. Su arma que por mas que sea, en cierto aspecto podría causarle daño, despues de todo el cuerpo que poseía era el de un humano. Al escuchar su primera pregunta enarco una ceja, bueno, no era extraño que alguien preguntara ese tipo de cosas en medio de una masacre, iba a decir algo, pero se detuvo al escuchar su siguiente pregunta mientras pisaba el brazo de aquel que parecía ser un soldado. Esta tenía un poco más de sentido que la anterior y una sonrisa fue dibujada en sus labios.-

Soy Hyde... -Menciona con suave voz, estaba seguro que el eco de aquel lugar llegaría a los oidos ajenos.- Yoh! -Eleva la diestra agitando esta un poco en forma de saludo. Estaba seguro que ese gatillo era muy flojo y quería evitar que fuera accionado.- Y... ¿Que te hace pensar que yo asesine a estas personas? -Cuestiona curioso, sabía que en cierto aspecto no le creería, pues era el único que se encontraba ahí, pero aquello le valía madres, esa mierda de desastre esta así cuando él había llegado.-

-Dio un tercer paso, esta vez sin importarle que hiciera, si mirada nunca cambió de rumbo, mantuvo aquella sonrisa y luego dio el siguiente paso.- Si esto fuera obra mía, todos estuvieran crucificados... O por lo menos... El cuerpo que tienes detrás tuviera su cabeza entreabierta por una espada. -Inquiere de forma tranquila, esa era su manera de decir que no tenía nada que ver con lo ocurrido- Al dar el siguiente paso, su cuerpo desaperció y volvió a aparecer cerca de aquella chica que se encontraba en el escenario.- Y tu... ¿Quien eres? ¿Que haces aquí? -Pregunta mientras levantaba la mirada para volver a observar a la chica. En ese instante una seguna misteriosa luz se encendió, esta vez detrás de él, justo en la puerta que se habían cerrado misteriosamente.- Creo que no estamos solos...

-Eres la única persona aquí- contensto con ironía, a  decir verdad, Hyde tenia cierta razón que decía porque si fuera el asesino de sus hombres la ropa que llevaba estaría manchada de sangre y según sabía en la psicología de tipos que cometían ese tipo de masacres le gustaba coger uno o dos premios y este sujeto no tenía nada perteneciente a sus hombres, tragó en grueso sin apartar su vista de él  "Si el lo hubiera hecho" osea que este tipo tambien era un sádico hijo de puta, bueno no era humano después de todo. 

cCuando la extraña criatura desapereció, la mercenaraia no se sobresaltó llegaba un momento que su mente se preparaba para lo que fuera y dejaba de lado el miedo  para concentrarse en  como matar y sobrevivir, bueno por algo seguía viva a su edad, giró su cabeza solo para ver como el tipo que apenas conocía se aparecía detrás de ella como esos trucos  baratos de magia -Leah Prince - dijo su nombre sin titubear y a veces servía para meter miedo pero no estaba del todo segura cuanto conocerían  el apellido de su familia, es decir provenía de una larga estrirpe que habitó la tierra desde las épocas antiguas y que estaban en Rusia desde los zares, tenían su propia base de dato que contaba con cada criatura no humana que un Prince haya enfretado y como los habían matado pero dudaba mucho que aquellas bestias recordaran algo como aquello.  -Estoy aquí por información- Después de todo cuando se torturaba a alguien era para sacar info. 

Levantó su vista al escuchar el ruido de la puerta y si tal vez era el asesino por lo que si de un acto reflejo se tratasé caminó hacia el escenario y saltó de este con agilidad gatuna -Sigueme- le ordenó pues lo primero, antes de comenzar a correr o una caza, Leah debía de armarse y para su suerte aquel lugar que había sido tomado por su familia por lo que caminó hasta donde se encontraban una fila de asientos sanos y de debajo sacó una escopeta M90 de corto alcance para echarsela al hombro, ahora debía improvisar para sobreviri ella, poco le importaba el ajeno.

-Era simple y sencillo, tan lógico y fácil como contar hasta diez, cierto, era el único que se encontraba ahí, pero eso no quería decir que hubiera cometido tales actos, por el contrario, si sabía de la existencia de cosas pocos normales en toda la ciudad ¿Por qué se limitaría a ver solo lo que sus ojos muestran? Bueno… Era una humana después de todo, y aquello lo comprobó de inmediato. Al escuchar su nombre enarco una ceja, había escuchado su apellido en algún lugar… Y si su memoria no le fallaba fue en una gran familia… Bueno, quien estaba involucrado era uno de sus hermanos y no él.-

Buen nombre… –Solo menciono aquello, le gustaba, después de todo iba con aquella actitud desafiante, sería una de los pocos humanos que llamaron su atención, aunque no estuviera interesado en su mundo, después de todo son los únicos que disfrutan matar a los de su misma especie. Al escuchar sus siguientes palabras enarca una ceja… Bueno, él estaba en su territorio, y posiblemente también podría darle algo de información… Bueno, al menos de lo que sabía, que no era mucho a decir verdad. Hyde, era el tipo de persona que pasaba por alto muchas cosas, sin embargo esto no era que no le prestara atención, era un vago que trabajaba solo para subsistir en el mundo humano, y que mejor que matando a estos… O lo que se les ocurriera… Después de todo era su trabajo.

-Se mantuvo expectante ante aquellas cosas que sucedían, sin embargo fue distraído por la chica quien le indicó que le siguiera, así que accedió sin poner oposición alguna, aunque si lo hubiera hecho estaba seguro que a ella le valdría mierdas. Observó el arma y no pudo evitar emitir una leve risa, era una buena arma… Pero aquello no ayudaría de mucho.- Hay cosas que no pueden ser lastimadas por ese tipo de juguetes querida Leah… –Inquiere con suave voz y volvió nuevamente al centro del escenario. Esta vez todas las luces se encendieron, y aquellos miembros y partes que no se podían ver las pudo divisar perfectamente, esta vez no eran brazos o piernas, también cuerpos partidos a la mitad, miembros y testículos guindados del cuello de las victimas… Algunos tenían el estomago abierto y sus intestinos se encontraban como adorno en su pecho, otros se encontraban iguales pero con la diferencia de que tenían la boca entreabierta y dentro de esta parte de su estomago y algunos corrían con la suerte de tener su propio miembro dentro de esta.-

Oh! Este tipo se dio todo el tiempo posible para jugar con todos y hasta adornos les dejo. –Murmura por lo bajo, y lo siguiente que observó le hizo enarcar la ceja. Al ascender la mirada pudo notar como gotas de sangre caían del techo del sitio, habían cuerdas de alambres con grandes ganchos que traspasaban la piel de las rodillas de unas cuantas mujeres, se encontraban desnudas con las piernas entreabiertas, sus senos se movían al ritmo que se meneaban aquellos cuerpos inertes por el poco viento que pasaba. Por un instante pensó en Leah y en que quizás aquel tipo que hiciera aquello le haría lo mismo.- Mi querida Leah, debes tener cuidado de no terminar así… –Si la chica estaba distraída con su armamento, le habló con su mirada arriba para que notara a que se refería. Y al descender la mirada a los asientos se encontraban otros cuerpos de mujeres, desnudas y sentadas con las piernas entreabiertas, podía observar sus vaginas y en la parte de su cavidad vaginal algo parecido a un ojo cocido en esta, y al observar los rostros de aquellas chicas, pudo notar que a todas les faltaba uno de sus orbes, ya sabía dónde se encontraba.- O quizás así… –Susurra con voz baja.- Creo que es hora de que el protagonista de tal obra haga su aparición…

Por suerte nadie había sacado las armas  que estaban escondidas allí, aunque  a decir verdad tambien le preocupaba un poco, pues si esas armas estaban allí de seguro su padre no había tenido tiempo de defenderse  o tal vez ni siquiera estaba en ese lugar pero era bastante factible que así sea, un Prince solo confía en otro Prince por lo que su padre no se habría ido así como así, por lo que en su mente se figuró ir a buscar los restos de la única persona que respetaba en este mundo y dejarle dos monedas de plata para que pudiera cruzar el río Aqueronte. 

Escuchó hablar al hombre y elevó una de sus armas -Son todas especiales - Comentó estaba claro que al estar en el medio de la nada podrían ser visitados por algunos cambias formas y aunque no era común todas sus armas contenían armas con acónitos y venenos que podían dañar y hasta matar a esas criatura, Estaba segura que si abuelo, Vladimir, estuviera vivo sabría exactamente a lo que se enfretaban, se decía que tenía un sexo sentido en cuanto a lo sobrenatural, cosa que nadie había heredado y ni siquiera ella que  cuando se encontraba con los otros sabía exacatmanete como eliminarlo. 

Miró hacia arriba como le había indicado Hyde con cierto horror al notar que una de esas mujeres era Greta, la hermana menor de su padre y tía favorita, por lo que la mujer mordió su lengua  con suavidad ¿Por qué mentir? las otras mujeres le valían verga y de seguro eran mujeres que ella misma iba a torturar tarde o temprano, sin media palabra alguna, apuntó hacia al alambre con una de sus escopetas y dio un disparó certero en el hambre haciendo que los cuerpos se estrellaran en el piso, uno que otro se reventó al caer, por suerte el de su tía quedó reconocible,  caminó hasta el escenario y dejó dos monedas de plata, que siempre cargaba por si era su fin, y las dejó en la mano de la mujer que alguna vez supo ser uno de los mejores guerreros que sus ojos hubieran visto pero de nuevo el recién conocido capto su atención y al ver esa situación le diero ganas de vomitar pero por su bien decidió tragarse este, no era bueno demostrar si se era débil o no. 

-Créeme, que no terminaré así... si muero me lo llevo al infierno conmigo -Su voz era decidida y apretó el arma que llevaba en la mano con fuerza, su corazón le palpitaba a mil por hora y la adrenalina recorría su cuerpo una sensación que le agradaba en demasía y tal vez es eso por lo que seguía en servicio  porque le gustaba sentir como la adrenalina se adueñaba de ella, volvió a disparar cuando vió una sombre correr por detrás de Hyde, sin importarle si el otro se cubría o no... el tambien le valía madres, después de todo solo era un invitado casual en este juego.

Aquellos actos sin duda alguna eran de admirar, aunque le faltaba algo de clase, al menos aquello pensaba el demonio, pero cada quien con su manera de torturar humanos, aplaudía en silencio la persona que había hecho aquello, después de todo era un demonio y le valía mierda la vida de los humanos, incluso la de aquella chica que acaba de conocer, aunque… Pensaba en hacer una especie de trueque, así se manejaba todo… Era un “Toma y dame” como vulgarmente decía Hyde.-

-Las acciones realizadas por la chica le hizo enarcar una ceja nuevamente, observó los cuerpos caer al suelo al mismo tiempo que escuchaba el “Crack” sonido ilícito de que unos cuantos huesos fueron rotos en el impacto, y fue así, en uno de los cuerpos pudo observar el hueso de una de las inflexiones completamente fuera de la piel. Aquello le hizo mostrar una mueca de dolor al demonio, después de todo… Eso dolía, lo tenía muy claro, aunque su capacidad regenerativa fuera veloz, y si la alfombra estaba marcada por el liquido carmesí que aun caía de los cuerpos guindados, al chocar contra el suelo, nuevas heridas se abrieron y con esto la alfombra tomó un color más oscuro.-

-Pudo dibujar una corta pero agradable sonrisa en sus labios al escuchar las palabras ajenas. Era el tipo de persona que daba lucha hasta el final, sin importar la situación o de quien se tratara. Su mirada estaba centrada en los cuerpos, pero al escuchar el accionar del arma desvió rápidamente la vista hacia la chica seguido de su cuerpo, la bala impacto cerca de su hombro, sin mencionar que traspasó parte de la piel de este, cerró uno de sus orbes e inclino la cabeza del lado afectado en una corta mueca de dolor.- Duele! –Exclama, para luego retomar su posición en frente de la chica.- Se supone que debes dispararle a él… O lo que sea, no a mí. –Inquiere con suave voz, aquella herida poco a poco fue cerrando pero no apartó la vista de ella.- ¿Qué haces cuando no puedes golpear algo que no ves? –Pregunta curioso, poco le interesaba el ente que se encontraba con ellos.- Simple… Cuando se materialice… Destrózalo… No a una simple sombra… La vista puede ser engañosa y muestra la desesperación… -Respondió rápidamente. Emite un leve suspiro y se aparta un poco de ella sin dejar de mirarle, su puntería era de cuidado.-

-Al realizar un chasquido con dos de sus dedos un portal se abrió rápidamente en el suelo de la alfombra, al introducir la mano en este sonrió, y al retirarla en su mano sostenía una espada, inmediatamente el portal se cerró.- Por ejemplo… –Cerró sus ojos y desenvaino la espada, en ese instante la sombra fue detrás de la chica, y en un movimiento rápido abrió los ojos y fue hasta ella colocándose justo a su espalda, en ese momento ejecutó un fuerte movimiento con su espada y cortó aquella sombra que no era más que un cuerpo de aquellos hombres. Al ser un corte limpio solo se pudo notar la parte de la cabeza y cerebro que fue cortada cayendo al suelo.- Esto es fácil mi querida Leah… Necesitas mi intuición y yo tu puntería… Si no, seguramente terminaras con las piernas abiertas y uno de tus ojos en la vagina. Luego, podré proporcionarte toda la información que desees. –Inquiere con suave voz manteniéndose a espaldas de la chica. Y justo en frente de él unos cuantos cuerpos comenzaron a caminar nuevamente, algunos con armas y otros… Bueno, simplemente desmembrados, pero tenían dientes. Sus ojos estaban volteados, y parecían zombies… Zombies manipulables.-

-Que Fastidio!-Pensó Akim mientras se dirigía al teatro abandonado ya que había recibido la orden de dirigirse allí para ser el segundo al mando de su prima Leah -Esa bravucona- dijo en vos alta mientras fruncía las cejas, no es que a el no le gusten las peleas de echo le encantan solo que prefiere el rollo estratégico y frió no la pelea intensa y llena de pasión que mantiene su prima.A todo esto se sumaba el echo de tener que quedarse confinado en la ciudad.Esta sobresabida la capacidad del chico para la estrategia por lo que sabia que tarde o temprano seria llamado para dedicarse a dirigir y coordinar operaciones esta seria en placer para el siempre que sea en el campo de batalla y no encerrado en un cuartel.-Soy líder no comandante-Se decía a si mismo.

Pero sus pensamientos cesaron cuando llego a la entrada del antiguo teatro - ¡Uuuuuuuu que siniestro!--dijo en tono de broma al ver la entrada del lugar,abrió la puerta y entro en el vestíbulo -ok, esto si es siniestro-dijo al ver los trosos de cuerpos esparcidos por todo el lugar.En la boleteria se encontraba un cuerpo atado una silla con alambre, este tenia un brazo extendido fuera de la cabina. Akim directamente saco su arco y le acoplo la linterna debido a que toda la luz del lugar provenía de la puerta abierta paso por la boleteria y inmediatamente el brazo del hombre atado con alambre se siño al suyo Akim se sorprendió pero no tomo ninguna acción contra este ser debido a  que era la oportunidad perfecta para saber que era lo que estaba pasando.

-¿Y tu que eres?--dijo el mercenario mientras clavaba el brazo del ser a la mesa con su cuchillo - A ver eras uno de los nuestros-- deducido esto por el uniforme de este-Estas muerto y algo sobrenatural  te hizo esto ahora solo e de adivinar que-Primero corto uno de las dedos y noto que este se seguía moviendo--Cada parte tiene mente propia o tiene una mente superior que la controla  ,interesante ¡Ahora la Prueba final!- dijo expectante. Saco el cuchillo del brazo mientras retrocedía,  saco dinero del bolsillo y puso 1.000 rubros sobre el mostrador.El ser tomo el dinero y saco un boleto, este estaba cubierto de sangre.-Oh mierda!!! - Eso solo podía significar una cosa. esta siendo controlado por algo, algo fuerte y con un sentido del humor muy macabro pero no podía tomar conclusiones todavía tomo el boleto y se encamino a la sala principal cuando el sonido de un arma de alto calibre proveniente de la misma sala hizo que se apurara-Podrían ser supervivientes y de ser debía ayudarles.

¿Qué quieres a cambio? -Su voz era neutral y no demostraba nada,  pues sabía que al menos el noventa porciento de las personas hacía algo para recibir algo a cambio, era algo promitivo y que se habían acostumbrado a ella, no es como si ese pensamiento fuera algo malo, se era así desde el principio de los tiempo  y uno aprendía a lidiar con eso pero no supo si el hombre contesto  que  algunos muerto comenzaron a caminar de forma lenta y arrastrandos sus pies, dejando un rastro de sangre tras ellos. Leah eleveó una de sus cejas parecía como una maldita copia de "The Walking dead" y sin mediar más palabras, elevó su rifle y dejó una hermosa bala en la frente de ellos, haciendo que calleran. 

Comenzó a caminar sin importar su compañero aunque esperaba que la siguiera, quería hacerle un montón de preguntas sobre todo sobre esa espada que había invocaado e iba a dar su opinion y preguntar que mierda era, hasta que su primo Akim apareció a tote rápido con dos cadaveres a cuesta, la merceneria le dispado a ambos por sobre el hombro del adolescente, eliminandolos tambien -Ak, debes cuidar tus espalda- fue lo primero que le dijo a modo de saludo pero es que le había preocupar ¿Qué pasaba si ella no esta alló para cubrirle la espalda. 

¿Qué haces aquí'? fue lo primero que salió de su boca antes de verlo, no quería decirle a Hyde que el chico era su primo y tenía la ventaja que a diferencia de ella el menor era cien por ciento occidental y podían pasar como simple conocidos, por un lado el hecho de que Akim estuviera allí era bueno porque era ayuda y por otro lado bueno, ahora tenía que preocuparse aún más por las espaldas del chico.

-Aquello era algo justo, incluso entre humanos y demonios habían pactos, cada uno cumplía su parte, pero eso no quería decir que el demonio era un sirviente, él era libre de decidir si cumplir la petición hecha o simplemente rechazarla. Aquella situación era algo parecida, el demonio le daba información y protección a cambio de algo. Era algo simple y sencillo... Y ella lo había entendido a la perfección, de esa manera se ahorraba palabras. Justo antes de pedir algo a cambio se vio interrumpido, nuevamente esta vez por la nueva presencia que pudo sentir fuera del lugar. Chasqueo la lengua y enarcó una ceja mientras observaba los cuerpos de pie y caminando a donde se encontraban ambos.-

-Uno de los cuerpos se lanzó contra él y en ese momento colocó una de sus manos en el rostro de aquel hombre, un extraño liquido rojizo y verde era expulsado de los brazos cortados, aquello sin duda alguna era asqueroso. En un leve empujón que realizó contra el rostro ajeno desprendió el cuello notandose como la piel era picada forzosamente y se desprendía lentamente del cuerpo, al menos era lento para el demonio. Luego de aquello siguió a la chica, la tercera presencia se hacía presente cuando escucho a la chica disparar y junto a la bala el cuerpo extraño del chico, si, aun estaba vivo... Al menos por el momento.-

-Escuchó a la chica y de inmediato pensó que eran conocidos, al menos por la manera en que le había hablado. No le importaba mucho aquel hecho, así que se colocó a un lado de la chica y le observó.- No pensé que llegarían más invitados... Luego hablaremos sobre nuestro trato. -Le guiña con una sonrisa dibujada en sus labios. Ahora era que las cosas se iban a poner interesantes. En ese instante se apartó de la chica y se acerco al nuevo acompañante que se encontraba junto a ellos. Caminó por la alfombra entre los asientos, la sangre salpicaba un poco marcando sus zapatos todo aquello hasta llegar al chico.- Yoh! Deberías fijarte bien por donde andas o simplemente moriras... -Susurrá cerca de él y extendió la diestra que sostenía la espada soltando esta con gran fuerza para posteriormente ser enterrada en la cabeza de una de las mujeres que se encontraban sentadas al principio de las filas, cortando aquella parte a la mitad, el cuerpo ensangrentado cayó al suelo y con este tambien parte de su cerebro.-

-Sonríe de manera tenue y en un parpadear regresa a donde se encontraba la chica y le observa.- Aunque tu me intersas mas. -Susurra por lo bajo, en ese instante todos  los cuerpos de las mujeres se levantaron, una que otra poseía un arma y le apuntó, al igual que a la chica el nuevo acompañante.- Arah... Esto se ve peligroso...

-Estaba todo controlado!- Dice el joven enojado ante la actitud de su prima y del desconocido Y como te pongas a tratarme de ñiño se jode la cosa! Apuesto que se mas que tu sobre lo que pasa aquí! Pero ese no era el problema mas importante que  tenían los muertos empezaban a levantarse y sabia que si no tenían un plan estarían en problemas. Así que saco su cuchillo con su mano derecha y su barreta con la izquierda de tal manera podía luchar a corta y mediana distancia.


-Lo mejor es irnos de aquí de lo contrario solo perderíamos el tiempo limpiando el lugar ademas los disparos atraerán la atención de toda la zona por lo que en unos minutos estaremos asta la cabeza de esos muertos traídos por ese ser maligno- Porque no era buen momento entonces pensó y dijo -¿Leah cuantos hombres había aquí?-  Mientras apuntaba con su arma a la mujer que contenía el arma, si eso podría seguir siendo llamado mujer y le disparo en la cabeza la bala le atravesó dejando un hoyo del que emanaba sangre morada y ,esta cayo al suelo.


En el instante que vio al desconocido Akim desconfió de el .Es decir ¿quien va con una espada a todos lados? ,bueno el siempre lleva un arco consigo, pero esa manera de moverse mas las palabras que le adjudico ese comportamiento despreocupado y cínico .El podría ser fácilmente el que provoco esto y ahora este jugando con su prima o tal ves la este acondicionando para proponerle un trato. Pero no podía hacer nada de momento así que lo mejor es mantenerse cerca de el y recabar toda la información posible.

Ladeó su cabeza ante las primeras palabras nerviosas de Akim y como reacción le dio un golpe en la nuca,  como eso que siempre le daba a modo de regaño por atreverse a girtarle, como  recordandole quien era quien  mandaba aquí, ella era la capitán del escuadron y ella era quien elegía lo que debía hacerce pero Akim era jovén y aún no había probado los horrores de alguien mayor como ella - Uno;  como me vuelvas a gritar así, te abro el estomágo y usare tus instetinos  para ahocarte -Miró a su primo con una seriedad sepulcral, mientras Hyde andaba "matando" muertos por ahí.  -Y entre prisioneros y soldados figuirate al menos unas docientas personas - Respondió a la pregunta del adverso,   pera ella era excesivo pero su padre tenía la idea de que secuestraban miembros de su familia para experimentos paramilitares. 

Se giró apuntando con un dedo acusador al  único no humano del grupo -Dos: Luego hablaremos de nuestro  trato y sino me gusta, simplemente te mato - Estaba siendo un poco, exagerada pero una buena amenzada con pose de soy la que manda aquí nunca estaba de más, apuntó  a uno de muertos y lo mató de un tiro en la cabeza como para dar a entender que no bromeaba con ninguno de los dos hombres que estaban con ella, ser mujer en su mundo no era fácil en especial porque tenías que demostrar que eras la mejor entre los mejores. 

-Tres: No sabemos si es en toda la ciudad o aquí... después de todo  el lugar está desierto- ajustó de nuevo su escopeta y con un movimiento de cabeza invitó a los caballeros que la siguieran, pues su primo menor tenía razón debian salir de  ahí, ahora que lo recordaba podían poner unos detonadores y hacer que el edificio cayera sobre todos los muertos y dejarlo en  el inframundo donde pertenecían.  - Y si quieres silencio, usa tu arco.- 

-Si exactamente habían doscientos hombres entonces el numero estaba reducido a solo unos cien y algo más, pero esa no era la cuestión, el punto estaba en que si ya estaban muertos y se levantaron nada impedía que se volverían a levantar, pensaba aquello luego de escuchar al chico y ella hablar mientras asesinaba a unos dos mas luego de cortar sus brazos, aquella espada que le habían regalado tenía un magnifico filo. La discusión entre ambos humanos le pareció divertida así que no dudo en soltar una corta carcajada. El chico nuevo parecía más desconfiado, aunque ello al demonio simplemente le valía mierdas.-

-Al escuchar las palabras ajenas, su amenza, dibujo una grata sonrisa en sus labios, aquello también le valía mierdas... No era cuestión de gustarle... Simplemente debía hacerlo y ya... No es algo que podía pensar y menos con un demonio.- Si si... Lo que tu digas señorita... -Aquello lo comentó sin preocupación de lo que haría la chica y luego escucho lo siguiente mencionado por ella. Enarcó una ceja y negó con suavidad.- El problema con los humanos es que cuando estan presionados no piensan bien... Y luego les llega la muerte... -Inquiere apareciendo en medio de los dos humanos que se encontraban luchando y enterró el filo de su katana en la garganta de una de las muejeres que estaban muertas y corría hasta ellos.-

Primero... Estan jugando con ustedes... Hay muchos con armas y no han disparado, eso quiere decir que la persona que los controla solo esta probandoles... -Al mencionar aquello uno de los muertos vivientes disparo, en ese momento todo fue lento y colocó el filo de la katana cerca del rostro del chico evitando que este impactara en su mejilla.- ¿Se dan cuenta? Segundo... Huir no ayuda, solo es así y el lugar esta rodeado, estos solo son unos cuantos, así que mueren o encuentran la mente maestra que tampoco es un ser vivo y se encuentra debajo del escenario... -Su voz aun era calmada, relajada, solo se divertía un poco con aquello.-

color=#993333]Señorita Leah... Incluso si me mata el trato debe cumplirse... Información por algo a cambio.[/color] -Le guiña con una divertida sonrisa  en sus labios.- Señor... ¿Invitado? -Se refería al chico.- Esa mirada de desconfianza no le llevara a otro lado mas que una muerte joven... No le haré nada a su ¿Compañera? -Inquiere con suave voz y algo dudoso, los muertos vivientes esta vez le apuntaron sin tregua alguna, en ese momento el demonio chasqueó los dedos y en frente una vez más el portal hizo aparicion.- No haremos nada afuera... Siganme. -Era eso o morir con muchos agujeros en sus cuerpos, no le importaba la actitud de la chica, ni la de su compañero, si eran cuidadosos de seguro le seguirían. Y sin mencionar otra palabra se adentró en el portal antes de que comenzaran a disparar, y al aparecer en el otro lado observó un hombre, sus labios estaban cosidos al igual que sus ojos. Sus brazos y piernas estaban cortados  sin embargo estaban unidos por unos hilos y debido aquello podía moverse, con algo de dificultad claro. Y en sus dedos tenía amarrdos  unos hilos casi transparentes  con el cual manipulaba a las personas.-

-No tenemos mas opción que entrar-Dijo Akim mientras pasaba el portal sin mirar atrás, Estaba tan  frustrado el pensamiento racional no sirve de nada. El puede hacer poco o nada en esta situación se sentía tan inútil no solo como persona sino también como ser humano ,es decir, esto parece una pelea de titanes y el y su prima solo están ahí para ver.Cuantas veces hubiera muerto de no ser por su prima o el extraño, el era débil un simple ratón comparado con ellos,Estos fueron sus pensamientos mientras miraba a aquel ser con el que se encontró luego de pasar el portal.


-Quiero ser mas fuerte,quiero poder enfrentarme a estas cosas ,quiero ser parte de este mundo-Dijo mientras miraba al extraño sujeto de la katana. Siempre pasaba lo mismo cada vez que se topaban con algo sobrenatural cada ves que tenían un oponente fuerte el se veía obligado a quedar al margen o a huir. El siempre odio eso lo hacia sentir inútil como si todo su entrenamiento no sirviera de nada. Observo al desconocido, parecía muy fuerte y sus poderes mostraban que era un ser sobrenatural.-Cual es tu nombre- dijo al desconocido -Eso ayudara a cambiar mi mirada de desconfianza-


Se sintió terriblemente tentado a cortar los hilos pero decidió esperar a su prima por mas obvio que pareciera no le parecía prudente tomar acciones sin ella ademas aprovecharía el momento para hablar con el desconocido y recaudar toda la información posible-¿Que condiciones les pondrás al trato de Leah y cual es tu objetivo? ¿Te gusta proponer tratos?- En ese momento toda las piezas cayeron en su lugar un ser tan fuerte con esos poderes y esa personalidad -¿Eres un demonio cierto?-Sintió un poco de miedo al formular la pregunta pero que importaba si le quisiera muerto no le huera salvado ademas no hizo nada para ocultar sus poderes así que tiro su pregunta mientras le miraba fijamente esperando su respuesta.

Prefirio esperar a que Akim pasara primero por el portal para cuidar sus espaldas y dispararle a algunos "muertos" que volvían a levantarse y solo cuando su primo se adentró ella lo hizo tambien siguiendo a ambos hombres, que haya estado en silencio no siginifcaba que no hubiera oido nada de lo que hablablan, Akim estaba preguntando sobre su trato y estaba sacando concluciones, tal vez no tan erradas dado y considerando los poderes que tenía, no parecía ningún otro cambia formas y por conclusión tampoco parecía un ángel, al menos la visión que ella misma tenía de los ángeles, esos seres celestiales.

Por lo general Leah no se impresionaba mucho y él tipo de labios cocidos que habían encontrado no le pareció la gran cosa en especial porque le pareció una mala imitación "del susurrante" un asesino a sueldo del bajo mundo reconocido por tener los labios cocidos y por matar a sus victimas de la manera más cruel a diferencia de ella, él necestaba trofeos y sabido era que siempre se terminaba llevando algún tipo de órgano como premio, un tipo que estaba loco por donde se lo miré, aunque este  eran un poco más "cool" podía manipular a los muertos. 

Tomó el arma más grande que tenía, no sabía si las  balas que herían a los cambiantes le herirían a él pero no perdería nada con intentar, solo la vida y si como Akim pensaba Hyde era un demonio, cualquier trato con él, la llevaría a lo más profundo dle infierto... -"Que más da, mi alma esta condenada de todos modos"- pensó con resignaciom, apuntó su arma solo a modo de defensa pero no disparó, contra un enemigo desconocido era mejor estudiarlo, hasta que se pudiera eliminar.

-Luego de escuchar al chico, observó como atravesó el portal luego de que se encontraba en aquel lugar. Escucho aquellas primeras palabras que dijo y sonrió. En terminos generales era muy fuerte, el detalle en los humanos es que se limitaban a usar su fuerza, el miedo les paraliza y cuando ven algo superior tienden dar un paso atras. Una sonrisa fue postrada en los labios del demonio al escuchar que mencionara su nombre... Al parecer el chico había entendido muy bien que es mejor tenerle de aliado que de enemigo.- Me llamo Hyde... -Susurra por lo bajo desviando un poco la mirada en el chico y prestando atención a sus nuevas palabras, aun no tenía idea que pedir pero seguramente le pagarían... Y no era algo que debían ignorar y más con un demonio.-

-Nota la nueva precensia  cerca de ellos y su sonrisa se volvio algo divertida también por escuchar al chico preguntar aquello.- Mis condiciones se deben cumplir si o si, sin importar el grado de estas. -Inquiere con suave voz observando las acciones de Leah, por un instante pensó que era una chica impulsiva y ello no le llevaría muy lejos, pero al ver que no disparaba suspiró.- Puedo pedir desde que asesine a alguien hasta que me preste su cuerpo para follarle... Desde que me ayude en una batalla y me sirva de escudo o que te asesine. No importa el como, cuando o el donde... Debe cumplirlo.-Susurró nuevamente, su voz era calamada y al parecer aquel ser también estudiaba la situación, el que se moviera primero perdía, esa era la simple logica de batalla.-

-Para Hyde era una molestia el esperar, su mente ideaba planes en plena batalla, así que dio el primer paso en dirección a aquella bestia y sonríe.- Soy Hyde... Mi verdadero nombre, humanos, es... Abaddón el destructor... Recuerdenlo, y aquí comienza nuestro pacto. -Una sonrisa divertida se postró en sus labios  y en un solo parpadar el demonio se encontraba incrustando la punta de su espada en uno de los ojos de aquella entidad. Cuando notó que este llevaba sus manos hacía él, desvió rápidamente la mirada hacia los Leah.- Ahora... -Inquiere suponiendo que sabían que debían disparar a sus manos para que aquellos hilos se aflojaran o quizás desprendiera. Al hundir un poco más la katana, la sangre salpicó en su rostro y sus manos se mancharón por aquel liquido carmesí que aun salpicaba.-

La respuesta del demonio le inquieto un poco, pero no era así.Hay una ley que va mas allá de la misma vida -No se traiciona a la familia- dijo en voz baja,así que pidiera lo que pidiera sabia que su prima tampoco accedería tan fácil a sus condiciones.Cuando noto que hyde ataco al ser junto con el gesto que le propino después apunto su arma directamente hacia allí pero mientras miraba la mirilla del arma noto la cabeza del demonio.


¿Es posible? si le disparo lo suficiente tal vez pueda dañarle lo suficiente para poder escapar ,pensamientos fugaces iban y venían.Ademas el estaba ocupado tenia clavado al monstruo si quería atacarles tenia que darse vuelta sacar su espada y arremeter contra ellos.En eso había varias cosas que tener en cuenta primero por mas rápido que fuere en hacer todas estas tardaría unos segundos tiempo mas que suficiente para llenarlo de balas y si su prima se suma convertirlo en picadillo con su escopeta segundo la arremetida del monstruo,dudo que se quede quieto una ves que el le suelte. El mismo se puso en esta situación, la mayor debilidad de los demonios es su propia personalidad ese ego y confianza les hacen casi predecibles es decir les acababa de decir que le daría un contrato que debería aceptarlo y que las condiciones las ponía el mientas ella y su primo le miraban con armas luego nos da la espalda para apuñalar a un monstruo y nos hace seña de que disparemos -pues vamos a disparar-


Así que se acerco a su prima y dijo en vos baja muy cerca de su oído -Disparare a Hyde espero que me sigas- luego subió su arma y le dio un disparo al ser para que el demonio no piense que pasa algo malo y luego disparo a hyde primero en la cabeza y luego en el pecho le disparo todo lo que pudo,pero guardando balas para poder salir.Mientras disparaba esperaba el notorio ruido del disparo de la escopeta pero era inútil su arma hacia demasiado ruido y no podía escuchar ,estaba asustado pero que mas podía hacer no permitiría que se aprovechara de el y su prima puede pensar que son simples humanos pero no lo eran,son Prince,ese fue su error.

Frunció el entrecejo ante sus palabras, el sexo no era un problema lo que si parecía uno, era el hecho de tal vez matar a su primo, uno no se levantaba en armas contra su familia por lo que antes debería morir ella misma y lo haría, su lealtad a los Prince era mucho más fuerte que su amor por el dinero y a decir verdad eso era mucho que decir, como fuera ahora su mente debía concentrarse en otra cosa, como el tipo que asesino a toda su gente y prsioneros demasiado importante como para pasarlo por alto. 


Iba a cumplir con la orden del demonio pero  lo que le había dicho Akim le había desconcertado un poco ¿Dispararle? Eso no era tan buen plan, primero porque  no estaban seguro de si eran una poseción o una aparicion, no había mucho escritos sobre estos en las bibliotecas familiares pero sabía que no debía jugar con fuego, despues de todo, el había dado su nombre "Abbadon" y era un nombre que si uno leía la santas escriturar o wikipedia podría encontrarlo como uno de los mayores. 

Sacudió su cabeza y de inmediato comenzó a dar un tiro tras otro sobre la cabeza del boca torcida no fallando nunca pero eso podría ser, dispararle a Hyde y que pareciera un accidente, No.. no... ese no era un buen plan, ella había aceptado el trato y debía hacerle frente pues al final siempre debía pagar por lo ayuda que recibía.

-No era que confiaba en ellos, pero si querían salir, hacer caso omiso a lo que él decía era practicamente morir, los humanos debían entender que existen cosas que van más allá de su comprensión, aquello era un simple pacto, pero al parecer lo que había dicho lo tomaron de manera muy personal, ello sirvió para deducir que ambos eran familia, todo ello mientras atacaba al ser grotesco. Pudo notar el primer impacto que detono en el ser de manipulador, pero por un instante pudo sentir una molesta presión, y luego sintió el siguiente impacto en su cabeza, el siguiente en su pecho, un doloroso sentir, no tanto por el echo de que realmente doliera, si no, que solo servía para demostrar que los humanos son unos seres imbeciles, y que ellos mismos iban a ser la causa de su destrucción. Pero por ahora, se encargaría de otros asuntos que acababan de ocurrir. Al menos ello pensaba mientras caía en el suelo.-

-Sus ojos estaban cerrados, el líquido carmesí que salía de su cabeza y pecho rodeaba todo su cuerpo y se extendía poco a poco, parecía una muerte patetica, y más a manos de un humano...  El cuerpo se encontraba practicamente sin signos vitales, y entonces del cuerpo empezó a expulsar un humo negro, era su aura, oscura, necesitaba reunir la energía suficiente como para poder regenerarse.  Por suerte, ahora el ser grotesco estaba solo atento a los dos que restaban ignorando su cuerpo que estaba tendido en el suelo. Poco a poco la herida en su cabeza fue sanando, al igual que la de su pecho. No iba a negar que se encontraba algo debil, pero ello ya pasaría. Apoyó las manos en el suelo y elevó su cuerpo. El ser grotesco le había dado la espalda por ir detrás de los humanos, al colocarse de pie observó aquella escena y emitió un corto suspiro.- El único detalle de los humanos, es que no miden las consecuencias de sus actos, se precipitan en un estado de temor o intento de inteligencia y al final terminan siendo arrastrados al mismisimo infierno.

-Susurro mientras daba un primer paso, al abrir completamente sus ojos, su iris se encontraba completamente negro, su mirada invitaba a la mismisima oscuridad,. Muerde su labio inferior y una sonrisa tenue fue dibujada sobre sus marfiles.- El chico fue muy valiente al ignorar mi presentación y atacarme por la espalda... Puedo hacer lo mismo, abrirte un agujero en el estomago y comerme tus intestinos sin que te des cuenta... Solo debería ignorar el sabor a mierda que seguramente posees. -Comentó mientras daba un segundo paso en dirección a los tres seres que se encontraban cerca.- Quería divertirme un poco más mi querida Leah, pero es hora de bajar el telón... -Susurró, en un corto suspiro un cumulo de aire se formó en la palma de su mano el cual se extendió poco a poco. Debido a la rapidez de esta podía notarse como rodeaba su mano. Al lanzar este se formaron un par de cuchillas de viento que cortaron al ser de hilos, en su cuello y uno de sus brazos. Comenzó a caminar mientras el cuerpo y la cabeza de aquel tipo de hilos caían al suelo.- Muy bien... ¿Como prefieren resolver esto? -Cuestiona de manera curiosa enarcando una ceja.-